La intensidad de la fase de desaceleración que está atravesando la economía española depende de la evolución de los mercados externos, muy afectados por la acumulación de riesgos comerciales y geopolíticos, pero también de nuestra capacidad interna de resistencia. Y esta nos depara algunas sorpresas. Las exportaciones apenas progresan, en línea con lo esperado habida cuenta del parón europeo y de “accidentes de mercado” como…
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