Este artículo es un resumen de la tesis doctoral “Las versiones castellanas medievales de la Consolatio Philosophiae de Boecio”, que resultó galardonada con el premio Enrique Fuentes Quintana en Humanidades en su convocatoria 2015-2016.
Boecio fue uno de los autores más influyentes en la Baja Edad Media hispánica. Su obra más importante, la Consolatio Philosophiae, fue el texto traducido en más ocasiones, el segundo en número de manuscritos vernáculos conservados y la obra de la Antigüedad con mayor número de impresiones en época incunable. La nómina de autores que se sirvieron de la Consolatio como fuente directa o influencia clave en cuanto a forma o contenido incluye a los más destacados escritores de la literatura catalana y castellana. Boecio es, además, una presencia inexcusable en algunos de los géneros y tradiciones discursivas más populares en la literatura cuatrocentista, como los tratados sobre predestinación, fortuna y libre albedrío, los tratados sobre nobleza, la literatura consolatoria, los compendios de sentencias, la ficción sentimental o los diálogos filosóficos.
Esta presencia fundamental de Boecio y de la Consolatio en la literatura y el pensamiento bajomedievales hispánicos se ejerció tanto a partir del texto latino como, sobre todo, de las diversas traducciones catalanas y castellanas de la obra. En ambos casos la obra original de Boecio se acompañó de (o se sustituyó por) comentarios, glosas y escolios que, a partir de la extensa tradición exegética boeciana, desarrollaban las múltiples dimensiones (filosófica, histórica, mitológica, poética, retórica, astronómica, etc.) de la Consolatio Philosophiae. En las diversas ramas de la transmisión de la obra estos instrumentos exegéticos dirigieron la lectura de la obra hacia una ideología, unas perspectivas y unos temas concretos, construyendo en ocasiones textos autónomos que poco tenían que ver con el original.
El texto original de la Consolatio se convirtió además desde muy temprano en uno de los preferidos en la educación medieval. Y ello no solo por su latín, clásico pero también medieval, sino también por el contenido fundamentalmente ético de la primera parte del libro, y por tanto adecuado para las primeras etapas de la educación. La segunda parte de la obra, de contenido filosófico y teológico, forjó el vocabulario filosófico medieval latino y, a través de las traducciones, también el vernáculo.
Así pues, debido a estos diferentes contenidos y dimensiones, la Consolatio se constituyó en lectura preferida de todos los grupos letrados medievales, principalmente clérigos y nobles, pero también reyes y comerciantes. Las peculiares características de la cultura bajomedieval hispana —lo que algunos han llamado «humanismo vernáculo» o «prerrenacimiento»— propiciaron, por otro lado, la preferencia casi unánime de todos estos grupos por las diferentes versiones vernáculas de la Consolatio frente al texto original latino.
Uno de estos grupos, la nobleza, hizo de la Consolatio su libro de cabecera. El principal motivo de ello, además de las razones comentadas, hay que buscarlo en un elemento que en la teoría literaria medieval estaba indisolublemente unido al propio texto: la figura de Boecio, su biografía y la imagen que de uno y otra transmitieron las fuentes medievales. En el autor latino encontraba la nobleza no solo el modelo de sus aspiraciones políticas, sino también un ejemplo de las vicisitudes de la fortuna que afectaron a muchos de sus miembros, un espejo en el que reivindicarse ética o políticamente e, incluso, un arma para atacar a sus adversarios.
«La transmisión hispánica de la obra fue una de las más extensas en Europa, solo detrás de la francesa […] En la España medieval existieron cuatro ramas de transmisión, que se componen de trece versiones».
En la presente tesis doctoral he determinado las condiciones en las que se crearon y difundieron las numerosas versiones vernáculas de la Consolatio Philosophiae compuestas entre el siglo XIV y XV, y cómo las diferentes imágenes del autor de la obra se adaptaron a los intereses y a las aspiraciones de traductores, copistas y destinatarios de las obras.
El estudio se cimenta en la que acaso sea la parte más importante de la tesis: el análisis detenido de todos los manuscritos e impresos vernáculos conservados, la primera clasificación completa de las versiones y la edición crítica de todos los textos medievales castellanos que derivan, en mayor o menor medida, de la Consolatio Philosophiae.
El resultado de ese estudio ha sido el inventario definitivo de las versiones hispánicas, que revela que, frente a lo que se creía anteriormente, la transmisión hispánica de la obra fue una de las más extensas en Europa, solo detrás de la francesa. De acuerdo con los criterios de versión y traducción que he definido y empleado, en la España medieval existieron cuatro ramas de transmisión, que se componen de trece diferentes versiones: dos catalanas, nueve castellanas, una hebrea y una latina. A través del estudio de las fuentes de estas versiones, del tipo de adaptación y de su transmisión, he establecido cuáles han sido las dimensiones, de entre las muchas que la obra original ofrecía, que se han desarrollado en ellas, desde el thesaurus de historia, mitología y enseñanzas morales en el Libre de consolació catalán hasta el árido y esquemático tratado filosófico del Diálogo entre una dueña y un sabio.
Me he basado en el dispositivo literario de la «figura boeciana», es decir, la identificación con Boecio de muchos autores medievales que se consideraron en situaciones similares a la del autor de la Consolatio en los últimos años de su vida, para postular uno de los principales motivos, quizá el más importante, de la extraordinaria transmisión vernácula de la obra (trece versiones en unos setenta años): la intención política en la génesis de algunas de estas versiones.