Logo Funcas

¿Termina la inflación de notas en la PAU? Evidencias recientes y nuevas señales

Comparte esta entrada

Hoy da comienzo la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) para más de 300.000 estudiantes en España. Durante más de una década, el sistema educativo español ha mostrado una clara tendencia al alza en las calificaciones obtenidas por los estudiantes en Bachillerato y en la prueba de acceso a la universidad, una evolución que ha alimentado el debate sobre una posible inflación de notas. Sin embargo, los datos más recientes apuntan a una estabilización e incluso ligera reversión de esta dinámica. Además, los cambios introducidos por el Real Decreto 534/2024, aplicables a partir de la convocatoria de 2025, podrían consolidar esta inflexión.


El número de estudiantes matriculados, presentados y aprobados en la PAU genérica ha crecido hasta alcanzar cifras récord en 2024 (318.138 matriculados, 312.771 presentados y 286.949 aprobados). La PAU genérica incluye tanto la convocatoria ordinaria (junio) como la extraordinaria, y está dirigida a estudiantes que proceden de Bachillerato, FP y sistemas educativos extranjeros homologados. Consta de una fase general obligatoria y una fase específica voluntaria destinada a mejorar la nota de admisión.

El porcentaje de aprobados entre los presentados alcanza el 91,7 %, una cifra muy elevada que, según el análisis de Lacuesta et al. (2024), podría reflejar una relajación de estándares tras los cambios introducidos en la evaluación durante la pandemia.

La nota media de acceso a Grado (calculada como 60 % nota de Bachillerato + 40 % fase general de la PAU y excluyendo la fase específica) muestra una trayectoria creciente hasta 2021, pero se estabiliza en torno a 7,41 en los últimos tres años (panel 2 del gráfico). Su estancamiento rompe con la tendencia inflacionaria de los cursos anteriores y puede interpretarse como señal de que el sistema ha alcanzado un punto de saturación.

El efecto de la nueva legislación

El patrón es especialmente relevante si se considera el impacto previsto del nuevo marco normativo. El Real Decreto 534/2024, que modifica el diseño y los criterios de evaluación de la prueba, anticipa un probable descenso de las calificaciones medias a partir de 2025 por varias razones técnicas:

  • Se eliminan o reducen opciones múltiples y ejercicios tipo test.
  • Se incrementa el peso de preguntas abiertas que exigen desarrollo competencial.
  • Los nuevos criterios de corrección valoran más el análisis, la argumentación y la expresión escrita.

Los cambios elevan el nivel de exigencia y, aplicados sin un periodo de transición suficiente, podrían acentuar la reversión de la inflación de notas observada recientemente.

El último panel del gráfico muestra la evolución de la nota media en Bachillerato desagregada por tipo de matrícula. En 2024, la media total desciende levemente a 7,84, tras una década de incrementos continuados. Este descenso, aunque modesto, es significativo, porque rompe la tendencia alcista observada incluso antes de la pandemia. La inflación en las notas de Bachillerato es solo parcialmente achacable a la flexibilización que se produjo durante el COVID, pues ya se observaba antes de la pandemia. Cobreros et al. (2023) sugieren que una reforma en 2017 que reducía la opcionalidad de la fase específica produjo un incremento de las notas de Bachillerato como compensación. Otras reformas, como el aumento del límite de la nota para tener beca de 5 a 6,5 en 2013 pudieron también tener un impacto similar en la forma de puntuar de los docentes de Bachillerato. Como se afirma en el artículo de Lacuesta et al., citado más arriba, un incremento tendencial de notas tanto en los dos cursos de Bachillerato puede significar “una mejora de la formación de los estudiantes o un relajamiento de los estándares de calidad, lo que la literatura de economía de la educación ha denominado inflación de notas (Denning et al., 2023). Este fenómeno es preocupante porque la señal de la nota pierde valor para determinar los cambios relativos de la demanda entre carreras y las posibilidades reales del estudiante de acceder en el momento de hacer la preinscripción. La inflación de notas, por tanto, también podría favorecer un desajuste en el proceso de emparejamiento de demanda y oferta”. 

Conclusión

La combinación de los datos recientes del Ministerio de Universidades y la nueva normativa apuntan a que la inflación de notas en el sistema de acceso a la universidad ha tocado techo y está comenzando a revertirse. El nuevo diseño de la prueba de acceso, más exigente en términos competenciales, podría acelerar esta corrección. Si se confirman estas tendencias en 2025, estaríamos ante una oportunidad para recuperar el valor informativo de las calificaciones como mecanismo de señal académica y de ajuste eficiente entre la oferta y demanda de estudios universitarios.

Comparte esta entrada