Europa tiene dos años para corregir los vicios de construcción del euro. Tres grandes problemas acosan a la zona euro, para los que se proponen soluciones concretas; si no se actúa, una vez el Banco Central Europeo dé por terminada la política de estímulos, no es descartable el riesgo de que desaparezca la moneda única o de que sufra convulsiones de consecuencias inimaginables.