La discriminación salarial de la mujer es un problema en todos los mercados de trabajo, y el español no es una excepción. De hecho, la diferencia salarial es aún más preocupante si se atiende a la relativamente baja tasa de participación de la mujer en el mercado laboral –en comparación con otros países europeos– que, en principio, presupondría que son las mujeres más productivas y las que creen que pueden obtener mejores resultados en el mercado de trabajo las que participan en el mismo. Las mujeres discapacitadas sufren de una doble discriminación, aunque las diferencias salariales de este colectivo responden más a la discriminación por género que a la sufrida por la discapacidad.
Más información sobre este asunto en esta entrada del blog o también en el artículo Discriminación salarial y discapacidad: de los datos a la política de empleo, publicado en el número 26 de Panorama Social.