Una semana más, la cosecha de indicadores de la economía real ha sido esperanzadora. Las mejores expectativas con que comenzó el segundo trimestre se van confirmando conforme disponemos de más datos. En cambio, el mundo financiero está atravesando un momento de nerviosismo, de los muchos a los que nos tiene acostumbrados esta larga crisis. En esta ocasión el problema no es España, ni la zona euro, sino que viene de tierras lejanas en el extremo oriente y del otro lado del Atlántico. Los mercados financieros se han vuelto adictos a la droga de la liquidez y cuando alguien, en China o en los EE.UU., les sugiere que se acerca la hora de retirar el exceso de droga, se ponen nerviosos y más conservadores, retirándose de aquellas inversiones más arriesgadas. Que haya subido de forma significativa la prima de riesgo española nos debe recordar que aún somos muy vulnerables y que la crisis financiera mundial no está ni mucho menos dominada. Esperemos sobre todo que no vuelva a abrirse otro frente muy peligroso en China.
La semana comenzó con la publicación de la estadística de Coyuntura Turística Hotelera del mes de mayo. En los tres últimos meses estos datos se han visto afectados por diversas distorsiones (Semana Santa, puente del 1º de Mayo) que dificultan la comparación homogénea con meses previos, por lo que deben ser sometidos a correcciones varias. En el gráfico superior izquierdo se muestra la tendencia de los mismos recogida por las tasas trimestrales móviles de las series corregidas de calendario laboral, desestacionalizadas y suavizadas, pudiéndose observar que en los tres últimos meses las pernoctaciones totales crecen a un ritmo anual del orden del 2,5%, cuando al comienzo del año caían al 2%. Cabe destacar que las pernoctaciones de españoles vuelven a aumentar tras el hundimiento de 2012.
Fuentes: Eurostat, INE y Banco de España (Central de balances anual para 2005-11 y trimestral para 2012-13). Gráficos elaborados por A. Laborda.
Otros indicadores publicados en la semana fueron los Índices de Comercio al por Menor de mayo, con cifras de ventas y de ocupación en el sector. En el cuarto trimestre del pasado año las ventas sufrieron una profunda caída al haber adelantado los consumidores parte de sus compras al trimestre anterior como defensa ante la subida del IVA. Tras dicha caída, se produjo un rebote técnico en el primer trimestre. Las dudas eran si este rebote tendría continuidad o las cifras volverían a retomar la tendencia a la baja. La sorpresa positiva ha sido que en abril y mayo han continuado creciendo. La media de estos dos meses, a precios constantes, da una tasa anualizada del 2,6% respecto a la media del trimestre anterior. El empleo en el sector de la distribución minorista sigue disminuyendo, pero a ritmos cada vez menores. En el gráfico superior derecho se muestra la fuerte mejora de estos indicadores en términos tendenciales, que se ve acompañada por una recuperación de la confianza de los empresarios del sector.
La Comisión Europea publicó los indicadores de confianza de junio para todos los países de la UE. En el gráfico inferior izquierdo se muestra el Indicador de Sentimiento Económico, que se elabora como una media ponderada de los distintos indicadores sectoriales (consumidores, industria, servicios, construcción y comercio al por menor). Para la zona euro en su conjunto, este indicador sufrió un fuerte deterioro a lo largo de 2011 y 2012, pero tocó fondo en el otoño pasado y desde entonces muestran una tendencia de recuperación, aunque aún se encuentra por debajo de sus niveles medios históricos. El de España, que en 2010 se había quedado descolgado del pelotón, ha recuperado el terreno y se ha colocado ligeramente por delante de la media.
Pero no todo fueron buenas noticias. El Banco de España dio a conocer los resultados de la Central de Balances de las empresas no financieras del primer trimestre [gráfico inferior derecho]. El valor añadido (PIB) generado por las mismas descendió un 5,8% en relación al mismo periodo del año anterior, acentuándose la caída que registró en 2012. Los gastos de personal también disminuyeron, por la caída del empleo, pero menos que el valor añadido, por lo que el resultado de la explotación sufrió un retroceso del 9,5%. Como consecuencia de ello y del resto de operaciones de la cuenta de resultados, la rentabilidad del activo neto se vino abajo, situándose medio punto porcentual por debajo del coste de la financiación ajena. Son datos del primer trimestre, que deberían mejorar a lo largo del año. Si no fuera así, la recuperación de la economía y del empleo estaría en entredicho.
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Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).