El 31 de enero Funcas celebró una jornada virtual con el fin de analizar posibles medidas educativas que posibiliten la reducción de la tasa de abandono educativo en España. El video de la jornada está ya disponible en el canal de YouTube.
Desiderio Romero, catedrático de Economía Aplicada de la URJC, comenzó la jornada comentando el reciente dato del Ministerio de Educación, FP y Deportes que señala que en 2023, España experimentó una leve reducción en la tasa de abandono temprano de la educación y formación, disminuyendo un 0,3% respecto al año anterior, hasta quedar en el 13,6%. Esta cifra representa una notable mejora en comparación con la década anterior, cuando el abandono era del 23,6%. Principio del formulario
Aitor Lacuesta, jefe de división de Análisis Estructural del Banco de España, mostró que las generaciones nacidas a partir del año 2000 han incrementado la entrada en FP media tras la ESO y la entrada en FP superior tras el bachillerato. En concreto, el porcentaje de estudiantes que no siguió estudiando a pesar de graduarse en la ESO se redujo considerablemente entre las generaciones de 1990 y las nacidas a principios de siglo XXI desde el 9% y el 8% hasta el 2% y 1% para hombres y mujeres. Los datos revelan que, de hecho, el rendimiento de estudiar FP media o bachillerato en 2007, en relación con no continuar los estudios al finalizar la ESO, se situó alrededor del 10% para hombres y del 13% para mujeres. En 2019, la rentabilidad de estudiar FP Media o Bachillerato ha aumentado hasta el 18% en el caso de los hombres y hasta el 26% para las mujeres. Dado que la FP Media o el Bachillerato son estudios de dos años, estaríamos hablando de rentabilidades anuales elevadas, del 9% por cada uno de los dos cursos para los hombres y del 13% para las mujeres. Es decir que estudiar es cada vez más rentable en España. Hacer llegar esta información a los jóvenes y a los padres podría ser una de las medidas para disminuir la tasa de abandono.
Marisa Hidalgo, profesora titular de Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide, comentó los resultados de un estudio con Marianna Battaglia en el que utilizan una intervención de refuerzo en la Comunidad de Madrid sobre estudiantes tanto de primaria como de secundaria. Esta investigación revela que los programas de apoyo son más efectivos para los estudiantes suspensos que están cerca del aprobado que en el caso del alumnado que está lejos del umbral del 5. El estudio revela el efecto causal del programa de refuerzo en primaria con un impacto positivo creciente a medida que pasan los años de la implementación hasta llegar a un efecto de más del 10% de la desviación estándar (equivalente a los que se aprende en un trimestre) y a un aumento del 5% en la tasa de aprobados. Por el contrario, el programa de apoyo en secundaria comienza teniendo un efecto positivo que se va diluyendo en el tiempo. Estos hallazgos subrayan la necesidad de comenzar la detección de problemas de aprendizaje de los estudiantes desde primaria, cuando los programas de refuerzo son más efectivos. Dos de las razones que hacen más efectivos los programas de apoyo en primaria son el hecho de que los alumnos rezagados en ese nivel educativo no están aún muy lejos del nivel que se requiere para aprobar y que el hecho de que en los primeros cursos no hay ningún estigma para los estudiantes que participan en programas de compensación.
Ana Hidalgo, profesora titular de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid, señaló que el abandono escolar se presenta de manera desproporcionada en estudiantes en situaciones de desventaja socioeducativa y es particularmente notable entre los chicos. La evidencia empírica demuestra que el profesor es un input fundamental en el proceso educativo. Existe un desafío notable en las escuelas con desventajas sociales, que a menudo enfrentan alta rotación del profesorado. Esto implica que muchos profesores no llegan a acumular la experiencia necesaria para optimizar su enseñanza.
Por otro lado, existen evidencias de que la habilidad para enseñar es moldeable. Programas de tutorías y retroalimentación, donde docentes más experimentados y eficaces apoyan a sus colegas con mayores dificultades, pueden acelerar el desarrollo profesional de los profesores. Además, los docentes valoran enormemente la cooperación con sus compañeros y el apoyo de directores, psicólogos y trabajadores sociales. A este respecto Ana Hidalgo comentó que entre los directores de centros educativos en España, el 58,8% señala la ausencia de un programa de mentoría para profesores en sus institutos. Este porcentaje es significativamente más alto que el promedio de la OCDE, que se sitúa en el 36,0%. Esto indica que, en más de la mitad de las escuelas en España, según los directores, no se dispone de un sistema formal de apoyo y guía profesional para los docentes, una herramienta que puede ser fundamental para el desarrollo profesional y la mejora de la calidad educativa.
En la última parte de la jornada virtual tuve la oportunidad de exponer algunas medidas que han tenido éxito en la reducción del abandono en otros países. En primer término, para disminuir la tasa de abandono es crucial abordar las necesidades de colectivos vulnerables. Gershenson et al. (2022) muestra que en EE. UU., la asignación de al menos un profesor negro a estudiantes negros en primaria aumentó la probabilidad de graduarse en secundaria en 9 puntos porcentuales y acceder a la universidad o FP Superior en un 6 puntos. Battaglia y Lebedinski (2022) muestran que los estudiantes de bajo rendimiento pueden obtener mejores resultados académicos siguiendo los pasos de personas que puedan ser una referencia.
Otra de las medidas comentadas es la de aumentar la enseñanza obligatoria desde los 16 a los 18 años en España, porque podría disminuir (basándose en lo ocurrido en otros países) la tasa de abandono en un 50%. El cambio en la edad mínima para dejar la escuela en el Reino Unido de 14 a 15 años tuvo un efecto significativo e inmediato, según Oreopoulos (2006), redirigiendo a casi la mitad de la población de jóvenes a permanecer en la escuela durante un año más.
La tercera de las medidas comentadas es la de realizar campañas de publicidad entre los jóvenes de 14, 15 o 16 años para explicarles la importancia que tiene que no dejen los estudios sin finalizar FP media o bachillerato. El estudio de Fryer (2016) describe un experimento de campo en el cual los estudiantes recibieron información diaria vía mensaje de texto sobre la relación entre el capital humano y los resultados futuros. Se encuentra que cuatro años después de concluido el experimento, tiene un impacto estadísticamente significativo en los exámenes de ingreso a la universidad de hasta 0,13 desviaciones estándar, tanto como lo que un estudiante aprende en un trimestre escolar.