El número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en junio en 56.000, la cifra más alta de un mes de junio desde 2007. Sin embargo, siendo un buen dato, no lo es tanto como los de los dos meses anteriores (el de mayo fue el mejor de toda la serie histórica desde 2001, y el de abril también lo fue desde 2005).
Las cifras corregidas del efecto de la estacionalidad reflejan esta ligera ralentización en el ritmo de crecimiento de la afiliación: en junio, el aumento fue de 33.000 afiliados, frente a incrementos de más de 40.000 en los dos meses anteriores. No obstante, esto se debe fundamentalmente a la evolución negativa del empleo agrícola y a la desaceleración del crecimiento en los servicios, predominantemente ligados a las Administraciones Públicas (Administración Pública, educación y sanidad).
En el conjunto del segundo trimestre, la afiliación aceleró su ritmo de crecimiento en comparación con el trimestre anterior, hasta una tasa en términos anualizados del 2,8%, frente a un 2,1% en el primer trimestre, y se extendió, incluso, al sector de la construcción. Sin embargo, en la agricultura se redujo el empleo, mientras que en los servicios predominantemente ligados a las Administraciones Públicas el crecimiento se ralentizó.
De este modo, si atendemos a la evolución del empleo privado no agrícola (es decir, excluyendo el sector agrícola y los sectores predominantemente ligados a las Administraciones Públicas), un indicador más representativo del comportamiento subyacente de la economía, la aceleración en el segundo trimestre es considerablemente mayor: de una tasa intertrimestral del 1,9% en el primer trimestre se pasa a un 3,4% en el segundo.
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María Jesús Fernández es analista de la Dirección de Coyuntura y Estadística de Funcas
