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Internacionalización y resultados de la empresa manufacturera española

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La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) el 1 de enero de 1986 precipitó los procesos de expansión internacional de las compañías españolas. Los principales rasgos característicos de la internacionalización de estas empresas son su aceleración (el grueso de operaciones en el extranjero se ha llevado a cabo en apenas tres décadas), el predominio de crecimiento externo a través de alianzas y adquisiciones, y la concentración geográfica. Debido a las peculiaridades del proceso de internacionalización de las empresas españolas resulta especialmente interesante analizar cuál ha sido su impacto en los resultados de las mismas, tanto contables como de mercado. Esta relación entre internacionalización y resultados empresariales —que se enmarca en una línea de investigación de gran tradición en la literatura sobre Dirección Internacional— es la que analizamos.

Aunque algunos estudios argumentan que no existe una relación entre ambas variables, los primeros trabajos en este ámbito tienden a encontrar relaciones lineales, tanto positivas como negativas. Para estos autores, estar presente en el extranjero supone unos costes o beneficios que prevalecen a lo largo de todo el proceso de internacionalización. Debido a las cuestionables implicaciones que puede tener para la gestión empresarial argumentar en favor de una relación lineal estricta, análisis más recientes han tratado de conciliar resultados previos, lo cual ha sido posible gracias al progresivo refinamiento de las técnicas de estimación empleadas. De este modo, comienzan a observarse relaciones no lineales entre las dos variables, cuya lógica también radica en los costes y beneficios derivados de la expansión internacional. Concretamente, la evidencia empírica obtenida en algunos trabajos apunta a una relación en forma de U, en forma de U invertida, en forma de S horizontal e, incluso, en forma de M.

Uno de los principales problemas a la hora de estimar la relación entre diversificación geográfica y resultados, y que no ha sido debidamente corregido en buena parte de la literatura empírica mencionada, es el de la endogeneidad. Las empresas se autoseleccionan cuando deciden internacionalizarse o permanecer enmarcadas en el ámbito doméstico. Por este motivo, tanto la internacionalización como las razones que la han motivado deben tenerse en cuenta en la realización del análisis de la relación internacionalización-resultados para evitar potenciales sesgos. A tal efecto, basándonos en estudios previos, hemos utilizado el modelo en dos etapas propuesto por Heckman (1979). En la primera etapa, estimamos un probit de datos de panel para analizar los factores que podrían motivar la expansión internacional de estas empresas. Una vez obtenidos los resultados, calculamos el ratio invertido de Mills, el cual se introdujo como variable de control de la endogeneidad en la segunda etapa (un modelo de Mínimos Cuadrados Ordinarios —MCO— de datos de panel con efectos fijos).

Este análisis se ha llevado a cabo sobre una muestra compuesta por todas las empresas manufactureras admitidas a cotización oficial en la Bolsa de Madrid en 1990, con datos de panel relativos al periodo comprendido entre 1986 y 2010. La información financiera de las empresas ha sido consultada en las bases de datos de COMPUSTAT y DATASTREAM, así como en los informes anuales de las compañías y/o sus propias páginas web. La información relativa a su actividad internacional ha sido obtenida de la Base de Datos Sistemática sobre las Operaciones Internacionales de las Empresas Españolas, desarrollada bajo el patrocinio del Instituto Español de Comercio Exterior, ICEX (ver Guillén y García-Canal, 2007). De las operaciones recogidas en esta base se han considerado únicamente las operaciones de inversión directa en el exterior (IDE); es decir, aquellas en que se materializan en la creación o adquisición de una sociedad en el exterior. Esta muestra es especialmente apropiada para el estudio llevado a cabo, puesto que las empresas cotizadas (junto con un reducido grupo de empresas familiares) fueron quienes iniciaron el proceso de expansión internacional tras la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) en el año 1986.

Los inversores asumen que los obstáculos que suelen aparecer al inicio de la internacionalización son transitorios, pues la empresa puede solucionarlos mediante la acumulación de experiencia internacional

Los resultados de nuestro estudio muestran que el grado de internacionalización alcanzado por este tipo de empresas no tiene un impacto significativo en su rentabilidad económica, pero sí en las expectativas de creación de valor por parte de los mercados de capitales. Adicionalmente, la evidencia empírica obtenida apunta a que los inversores asumen que los obstáculos que suelen aparecer al inicio de la internacionalización son transitorios, pues la empresa puede solucionarlos mediante la acumulación de experiencia internacional. Sin embargo, a partir de una cierta presencia internacional acumulada, las oportunidades rentables de inversión parecen reducirse. Asimismo, se observa que si bien el destino de las inversiones no parece afectar a sus resultados, sí que lo hace el modo de entrada utilizado. Concretamente, cuanto mayor es el porcentaje de operaciones en solitario, mejor es el desempeño de las empresas en los mercados de capitales.

Esta entrada es una versión reducida y editada del artículo “Contribución de las estrategias de internacionalización a los resultados de la empresa manufacturera española, publicado en el número 144 de PAPELES DE ECONOMÍA ESPAÑOLA.

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