La internacionalización de la empresa española ha tenido un papel muy importante durante la crisis económica como mecanismo para contrarrestar la debilidad de la demanda interna. Destaca particularmente el número de empresas con base en España que exportan que, según datos del INE, ascendieron en 2014 a más de 150.000, superando en un 50% el registro existente al inicio de la crisis de 2008.
Este aumento de la exposición internacional lleva aparejados factores de incertidumbre relacionados con la desaceleración de algunas de las principales economías emergentes, como China y Brasil.
Hemos realizado un análisis de los flujos de inversión extranjera directa (IED) y de los flujos comerciales, así como de la dinámica de crecimiento inorgánico o externo (mediante fusiones, adquisiciones…) para determinar a qué países tiene exposición España. En cuanto a los flujos de IED, excluyendo las economías desarrolladas, el grueso de la exposición de España se concentra en América Latina (más de un 25%). Sin embargo, se observa un cambio en el destino de la inversión en los últimos años, pasando de ser Brasil el principal receptor de inversión a México a partir de 2013. En lo referido a los flujos comerciales, el principal socio comercial de España sigue siendo la Unión Europea, región a la que se dirige el 70% de las exportaciones y que presenta además una tendencia creciente desde finales de 2009. En cuanto a la exposición al bloque emergente, las exportaciones se concentran en Asia y África, dejando en último lugar Latinoamérica con un 7% del total.
El principal socio comercial asiático sigue siendo China. A pesar de la desaceleración de su economía, el cambio del modelo de crecimiento hacia una economía de consumo ha permitido el mantenimiento del crecimiento de las exportaciones españolas en los últimos trimestres.
En este contexto, la mayor exposición de España a países emergentes vendría explicada por los flujos de inversión, especialmente los dirigidos a países de Latinoamérica. Así, la presencia en Brasil y México es mayoritaria por parte de empresas españolas, hecho que ha aportado una importante inestabilidad en las cuentas de resultados durante el ejercicio 2015.
Por último, en cuanto a la dinámica de crecimiento de las empresas, la crisis financiera ha supuesto un freno significativo para la expansión exterior mediante compras y fusiones, disminuyendo a prácticamente la mitad las operaciones entre 2007 y 2015. Las operaciones se concentran en Europa y las economías anglosajonas, aunque Asia representa un peso relativo creciente en el ámbito de las transacciones corporativas.
«El peso del bloque emergente es muy significativo en las cuentas de las empresas españolas, especialmente en el caso de Latinoamérica que representa en torno al 23% de los ingresos de las compañías del Ibex 35. Así, la reciente desaceleración económica en China y las caídas de las cotizaciones de las materias primas están perjudicando a las economías emergentes, en especial a las de Latinoamérica».
El carácter doméstico de las empresas del Ibex 35 sigue siendo predominante. Según los últimos datos disponibles, correspondientes al cierre del ejercicio 2014, cerca del 40% del volumen de ventas de las compañías del índice provienen del mercado español.
No obstante, el peso del bloque emergente es muy significativo en las cuentas de las empresas españolas, especialmente en el caso de Latinoamérica que representa en torno al 23% de los ingresos de las compañías del Ibex 35. Así, la reciente desaceleración económica en China y las caídas de las cotizaciones de las materias primas están perjudicando a las economías emergentes, en especial a las de Latinoamérica. Por lo tanto, dada la exposición geográfica del Ibex 35 cabría pensar que el impacto en las empresas españolas fuese superior al de sus homólogas europeas. Si atendemos a la evolución reciente del Ibex, podemos observar un castigo diferencial a las cotizaciones de las empresas que integran el índice, en comparación con selectivos como el Eurostoxx 50 (eurozona), el S&P 500 (Estados Unidos) o el Nikkei 225 (Japón).
De aquí en adelante, la esperada estabilización del crecimiento económico de China en tasas del orden del 6,0%-6,5% anual debería llevar aparejada una mejora de los precios de las materias primas y una mejor perspectiva para las economías emergentes.
A pesar de ello, es importante destacar que el bloque al que las compañías del Ibex tienen mayor exposición (Latinoamérica) se puede ver perjudicado por la desaceleración esperada para Brasil en 2016 y la debilidad que se anticipa para México o Chile.
Con todo, nuestra visión es que, durante 2016, el mantenimiento de las actuaciones por parte del BCE en los mercados financieros y la positiva dinámica de crecimiento que se anticipa para España y otros países desarrollados deben contribuir a paliar la incertidumbre que se deriva de una coyuntura económica de los países emergentes que, por primera vez en cinco años, genera importantes dudas. Sin embargo, la exposición geográfica de los integrantes del selectivo no es homogénea. Por ello es importante concluir que aquellos con un mayor peso de Latinoamérica en su cuenta de resultados continuarán registrando presión en su cotización bursátil, pudiendo condicionar de forma substancial el comportamiento del índice en su conjunto.
Esta entrada es una adaptación del artículo «Impacto de la crisis de las economías emergentes en las empresas cotizadas españolas», publicado en el número 251 de Cuadernos de Información Económica. Puede descargar la publicación completa aquí.