Tras crecer un 0,9% en el segundo trimestre del año, la economía española ha recuperado el nivel máximo de PIB real anterior a la crisis, alcanzado en el segundo trimestre de 2008. No obstante, no todos los componentes del PIB, ni por el lado de la demanda ni de la oferta, han recuperado aún sus niveles pre-crisis. El análisis de nivel en el que se encuentra cada uno de dichos componentes en relación a su nivel máximo nos ofrece una idea de los cambios estructurales que ha registrado nuestra economía durante estos nueve años.
Comenzando por el consumo privado, su nivel (siempre en términos reales) aún se encuentra un 3,6% por debajo del alcanzado en el segundo trimestre de 2008, a diferencia del consumo público, que ya ha superado en un 2,2% el dato pre-crisis. Además, según puede observarse en el gráfico 1, presentó una evolución en los primeros años de la recesión muy diferente al del resto de variables, con un crecimiento relativamente intenso, iniciándose su corrección a mediados de 2011.
Gráfico 1
En cuanto a la inversión en construcción, tanto en su componente de vivienda como de otras construcciones (gráfico 2), la caída fue dramática: un 53% en el primer caso y un 42% en el segundo. La inversión en construcción residencial se ha recuperado a tasas relativamente dinámicas en los últimos trimestres, pero aún se encuentra muy lejos de los niveles pre-crisis. El otro componente de la inversión en construcción, muy influido por la inversión pública, ni siquiera se puede decir que haya iniciado un proceso de recuperación.
Gráfico 2
La inversión en bienes de equipo y en productos de la propiedad intelectual, por su parte, son los componentes de la demanda interna privada que mejor se han comportado (gráfico 3). El primero de ellos, tras sufrir una caída del 30%, se encuentra ya a las puertas de recuperar el nivel pre-crisis, mientras que el segundo se puede decir que no ha sufrido las consecuencias de la crisis, ya que ha creció durante prácticamente todo el periodo y ahora es un 20% superior al resultado del segundo trimestre de 2008. Podemos decir que la inversión en bienes de equipo y en productos de la propiedad intelectual tomada en su conjunto es el único componente de la demanda privada que ha recuperado todo lo perdido durante la recesión y ahora se encuentra un 2,4% por encima del máximo anterior.
Gráfico 3
En suma, la demanda nacional total aún debe crecer un 9,7% para recuperar el nivel previo a la crisis.
El sector industrial aún se encuentra sensiblemente por debajo del nivel anterior a la recesión, mientras que la construcción, que sufrió una caída de su actividad de casi el 50% apenas ha iniciado su recuperación.
Puesto que la demanda nacional en su conjunto aún no ha recuperado el nivel de 2008 —aunque sí, como hemos visto, algunos de sus componentes— la recuperación del nivel de PIB obedece al comportamiento del sector exterior. Así, las exportaciones, sin duda la variable más exitosa, tras registrar una brusca caída a finales de 2008 iniciaron inmediatamente una vigorosa recuperación que ha situado su nivel actual un 29% por encima el previo a la crisis. De los tres sub-componentes de esta variable, son las exportaciones de bienes las que mayor crecimiento han exhibido, seguidas de los servicios turísticos y de los no turísticos —todos ellos muy por encima de su nivel del segundo trimestre de 2008—. En contraste, las importaciones totales se hallan un 6,7% por debajo del nivel previo a la recesión (gráfico 4).
Gráfico 4
Analicemos ahora la evolución de los componentes por el lado de la oferta. El VAB total del conjunto de los grandes sectores económicos superó en el segundo trimestre del año el máximo pre-crisis en 0,7 puntos porcentuales. Como se puede observar en el gráfico 5, los sectores a los que se debe dicho logro son el sector primario, cuya evolución es en gran medida independiente del ciclo económico y de las condiciones económicas del país, y el sector servicios, cuyo VAB supera en un 8,6% el nivel pre-crisis. El sector industrial aún se encuentra sensiblemente por debajo del nivel anterior a la recesión, mientras que la construcción, que sufrió una caída de su actividad de casi el 50% apenas ha iniciado su recuperación.
Gráfico 5
Dentro del sector servicios, los mejores resultados proceden de los subsectores de información y comunicaciones así como de actividades profesionales, mientras que las actividades financieras y de seguros aún se encuentran un 32% por debajo del máximo. Por otra parte, cabe señalar que el resultado del conjunto del sector se encuentra en parte influido por la evolución mejor que la media del VAB del subsector de Administraciones Públicas, sanidad y educación, cuyo comportamiento es el resultado de las decisiones del sector público —salvo en la parte privada de educación y sanidad, que las cifras de contabilidad nacional no ofrecen de forma desagregada—. Otro subsector que influye al alza sobre el resultado del conjunto, y que también es ajeno a las transacciones de mercado, es el de actividades inmobiliarias, ya que más del 70% del VAB de esta rama no es otra cosa que las rentas imputadas por alquileres a los propietarios de su vivienda —nada menos que el 11% del VAB del conjunto del sector servicios—.
Así, el VAB total de los sectores de mercado no agrarios, es decir, excluyendo las ramas de servicios mencionadas así como el sector primario —la parte de la economía, por tanto, más representativa de las condiciones del sistema productivo—, está todavía algo por debajo del nivel pre-crisis (un 3,4%, aunque no olvidemos que nos falta la sanidad y educación privadas).
Fuente de los gráficos: INE