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El umbral de crecimiento para la creación de empleo en España: ¿Qué sabemos y qué nos dicen los datos más recientes?

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Uno de los supuestos destacados del programa del actual Gobierno en funciones, y expuesto en el Programa de Estabilidad, se refiere al umbral de crecimiento para la creación neta de empleo en España. Según el Gobierno, el alcance de las reformas estructural emprendidas en los últimos años, principalmente la reforma laboral de febrero de 2012, están permitiendo que la economía española sea más flexible, más competitiva y que en consecuencia sea capaz de generar empleo a tasas más bajas de crecimiento económico que en el pasado. Según el Gobierno, el umbral de crecimiento para la creación de empleo, que hasta hace poco, y según el consenso de analistas, se situaba alrededor del 2% (Becker, 2011), podría hoy situarse por debajo del 0,7%. Estudios recientes, como Cea y Dolado (2013), usando datos de 1980 a 2012 estiman que el umbral de crecimiento para la creación de empleo neto en España se sitúa alrededor del 1,3%.

La discusión sobre este asunto es de gran importancia pues la mayoría de los pronósticos apuntan a una desaceleración en el crecimiento de la economía española, con tasas cercanas o incluso inferiores al 2% a partir de 2017. El temor, pues, es que la economía española, a pesar de crecer a tasas positivas, deje de crear empleo.

«A partir de 2012 la economía española destruye menos empleo por cada punto porcentual de decrecimiento del PIB y a la vez es capaz de crear más empleo cuando la economía crece»

Los siguientes gráficos ofrecen evidencia descriptiva de la relación entre la tasa de crecimiento del PIB y la creación (o destrucción) de empleo en la economía española. Para ello, me sirvo de los datos sobre PIB de la contabilidad nacional publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Encuesta de Población Activa (EPA) entre 1987 a 2016 (primer trimestre).[1] El principal interés de este ejercicio descriptivo, y la principal diferencia con otros análisis previos, es incorporar la evidencia de los datos más recientes, correspondientes al período 2014-2016, a fin de poder disponer de una fotografía más exacta del posible impacto de la reforma laboral de 2012.

Durante 2014, la economía española creó más de 400.000 puestos de trabajo a pesar de crecer a una tasa promedio de tan sólo el 1,36%. Incluso en aquellos trimestres en los que se creció cerca del 1%, el mercado laboral español fue capaz de generar empleos netos.

Gráfico 1

DFK1

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la EPA, INE. 1987-2016

En el gráfico 1 se muestra la relación entre el ritmo de creación (o destrucción) de empleo (eje vertical) y la tasa de crecimiento del PIB (eje horizontal). Cada punto en el gráfico corresponde con un trimestre distinguiendo entre los trimestres posteriores a la aprobación de la reforma laboral de febrero de 2012 (en azul) y los trimestres anteriores (en verde). El gráfico incluye también una línea de tendencia bajo el supuesto de una relación lineal entre ambas variables. Tomando como referencia esa línea de tendencia, se observa un cambio de nivel a partir del segundo trimestre de 2012. En otras palabras, a partir de 2012 la economía española destruye menos empleo por cada punto porcentual de decrecimiento del PIB y a la vez es capaz de crear más empleo cuando la economía crece. Es interesante también observar como en el gráfico se percibe claramente el límite del 2% para la creación de empleo antes de 2012.

Gráfico 2

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la EPA, INE. 1987-2016

En los paneles a y b del gráfico 2 se lleva a cabo el análisis distinguiendo entre asalariados del sector público y del sector privado. El contraste es interesante pues muestra como el mayor dinamismo en la creación de empleo durante la actual recuperación se debe en exclusiva al comportamiento del sector privado. La comparativa entre los paneles c y d del gráfico 2 muestran además que el menor umbral de crecimiento para la creación de empleo neto se debe a la creación de empleos a tiempo completo y no parcial, como podría sospecharse por la mayor facilidad para la firma de este tipo de contratos a raíz de la reforma de 2012. La reforma sí parece haber tenido un efecto sobre la creación de empleos a tiempo parcial en los períodos de recesión, en los que este tipo de empleo crece en términos relativos. Sin embargo, una vez iniciada la recuperación no se observa un crecimiento de los contratos a tiempo parcial, sino que todo el peso de la mayor creación de empleo recae sobre los contratos a tiempo completo.

Finalmente, en los paneles e y f del gráfico se observa un comportamiento más positivo de los contratos temporales que de los permanentes.

En conclusión, la reducción del umbral de crecimiento para la creación de empleo es un tema importante a tenor de las proyecciones de varios organismos que indican que la economía española podría crecer por debajo del 2% a partir de 2018. Se desconoce en gran medida cuáles son los mecanismos que hay detrás de esta reducción en el umbral de crecimiento para la creación de empleo. Sin embargo, los datos son consistentes con la hipótesis que relaciona este proceso con la moderación salarial observada tras la reforma de 2012, al concentrarse los beneficios en la industria y para los contratos temporales en períodos de bajo crecimiento económico. La confirmación de esta hipótesis implica que la existencia del menor umbral de crecimiento para la creación de empleo depende del mantenimiento de esa moderación salarial.

[1] Las series de tablas publicadas por el INE sufren un salto en 2005 a raíz del cambio de los valores censales usados para las ponderaciones y las construcciones de las muestras representativas de la población española. Se pasa de basar estos cálculos en el censo de 2001 a usar los valores del censo de 2011. Por este motivo, en los gráficos y análisis que siguen se han omitido los cuatro trimestres de 2005.

Esta entrada es un resumen del artículo El umbral de crecimiento para la creación de empleo en España: ¿qué sabemos y qué nos dicen los datos más recientes? , publicado en el número de julio de 2016 de Cuadernos de Información Económica. Puede acceder aquí al contenido completo de la revista.

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