Contabilidad nacional anual
La revisión de las cifras de PIB correspondientes a los últimos años ha arrojado cambios sustanciales. El crecimiento en 2019 fue ligeramente inferior a lo estimado hasta ahora, un 2,0% frente a un 2,1%, pero las correcciones más sustanciales afectan a los años 2020 y 2021. En el primer año de la pandemia el PIB sufrió una caída más pronunciada de lo que estimado anteriormente por el INE, un 11,3% frente a un 10,8%, mientras que la recuperación en 2021 fue algo más intensa de la estimación inicial, un 5,5% en lugar de un 5,1%. El resultado final de todo ello es que el nivel de PIB real en 2021 era inferior en un 0,2% a lo indicado por las cifras previas. Esto nos deja al final de 2021 un poco más lejos del nivel previo a la pandemia que con las cifras anteriores —un 6,4% frente a un 6,2%—.
En cuanto a los componentes del PIB por el lado de la demanda, las revisiones afectan básicamente a dos variables: el consumo privado y la inversión. Las cifras vigentes hasta ahora reflejaban una débil recuperación del consumo en 2021 tras la fuerte caída de 2020, lo que dejaba esta variable mucho más lejos de su nivel previo a la pandemia que en la media de la Eurozona. Con las nuevas cifras, en 2020 el consumo privado sufrió una contracción solo levemente más intensa de lo indicado por las cifras previas, pero su recuperación en 2021 fue sensiblemente mayor: un 6% en lugar de un 4,7%, lo que deja esta variable más cerca del nivel previo a la pandemia. En cuanto a la inversión de capital fijo, registró una caída ligeramente más acusada en 2020, pero su recuperación en 2021, que conforme a las cifras anteriores había sido muy dinámica, ha sido fuertemente revisada a la baja, desde un 4,3% inicial a un 0,9%. Por otra parte, la mayor parte de la revisión a la baja de la cifra de PIB de 2020 procede de los inventarios, que detrajeron ocho décimas porcentuales de PIB en lugar de las cinco décimas inicialmente apuntadas.
Por el lado de la oferta también se han producido algunos cambios. El VAB del sector primario en 2021 fue superior a lo inicialmente estimado, al igual que en los sectores más afectados por la pandemia —comercio, transporte, hostelería, y actividades artísticas y recreativas—, mientras que en la industria y en la construcción el VAB de 2021 se ha revisado a la baja.
Finalmente, en cuanto al empleo, la revisión va en la misma dirección que el PIB: la caída en el número de horas trabajadas fue más pronunciada en 2020 y la recuperación fue mayor en 2021. La revisión conjunta de las cifras de empleo y de PIB ofrece como resultado una caída de la productividad por hora trabajada en 2021 con respecto a 2019 algo inferior a lo indicado por las cifras precedentes –un 1,5% frente a un 2%–. Hay que recordar que precisamente la fuerte caída de la productividad era uno de los elementos más difíciles de explicar de dichos resultados.
En suma, si bien la revisión a la baja de 2020 ha sido algo inesperada, la de 2021 sí ha estado más en línea con lo que se anticipaba, y ofrece unos resultados, en general, más consistentes que los anteriores.