En lo que respecta a las respuestas del mercado de trabajo ante cambios en la actividad económica en España y, a diferencia de otros países de su entorno, España es un caso particular debido a la alta volatilidad que tradicionalmente han mostrado algunas variables macroeconómicas como el crecimiento económico o el desempleo.
Para el análisis comenzamos estimando el coeficiente de Okun. Dicho coeficiente relaciona cambios en la tasa de crecimiento económico con cambios en la tasa de desempleo. Utilizando datos trimestrales para el periodo 2002-2017 encontramos un resultado de -0,7, lo que implica que crecimientos del PIB de alrededor del 3 por 100, pueden generar reducciones de la tasa de paro superiores a los 2,0 puntos porcentuales.
En un segundo ejercicio, explotamos la disponibilidad de datos trimestrales para dividir la muestra siguiendo las diferentes etapas del ciclo económico. Los resultados muestran que el coeficiente solamente es significativo para el periodo donde más se ha notado la recesión (2008-2013) con un valor de -0,9, mientras que el desempleo se muestra estadísticamente insensible a cambios en la actividad económica para los periodos de 2002-2008 y 2013-2017.
«El coeficiente que mide la sensibilidad del empleo con respecto al crecimiento económico se sitúa alrededor de 1,2, aunque presenta importantes heterogeneidades por tipo de contrato y relación laboral».
Aunque la Ley de Okun original solamente considera la relación entre el crecimiento económico y la tasa de desempleo, utilizando la tasa de participación y la tasa de crecimiento del empleo como variable dependiente podemos obtener una perspectiva mucho más amplia de lo que ocurre en el mercado de trabajo español. Estos resultados arrojan una relación positiva (0,063) para la tasa de actividad cuando analizamos el periodo completo, aunque no son concluyentes para los diferentes subperiodos. Con respecto al empleo, el coeficiente que mide la sensibilidad de éste con respecto al crecimiento económico se sitúa alrededor de 1,2, aunque presenta importantes heterogeneidades por tipo de contrato y relación laboral. En particular, el colectivo de empleados a tiempo parcial no se ve alterado significativamente debido al crecimiento económico mientras que el grupo de empleados con contrato a tiempo completo tiene la misma respuesta (1,2) que el total de ocupados. De este resultado cabe deducir que, a pesar de su aumento reciente, aún existe un gran recorrido para utilizar el contrato a tiempo parcial como mecanismo de ajuste de las empresas a necesidades específicas en ciertas ocupaciones y tareas. Por último, como era de esperar, el empleo con contrato temporal muestra una sensibilidad mucho mayor a la actividad económica (2,5) que el empleo con contrato indefinido (0,9).
Variación temporal y sectorial
Por último, buscamos heterogeneidades tanto a lo largo del tiempo como entre sectores. Una simple regresión utilizando datos anuales de 1970 a 2015 nos muestra dos importantes incrementos del coeficiente de Okun (utilizando la tasa de crecimiento del empleo como variable dependiente). El primero de ellos se produce a finales de la década de los 80 y coincide con la reforma laboral de 1984 y el proceso de integración europea. El segundo incremento es debido a la crisis económica de 2008 que provoca una destrucción de empleo notablemente mayor que de PIB. En términos sectoriales, la construcción destaca con un mayor coeficiente de Okun lo cual, dado el impacto de la crisis en este sector junto con la importancia que tiene la contratación temporal, está en línea con los otros resultados documentados en este artículo.
Más información en el artículo ‘(Des)empleo y ciclo económico: heterogeneidades y asimetrías recientes y en perspectiva histórica’, publicado en Papeles de Economía Española, número 156.