Desde 2009 los Costes Laborales Unitarios (CLU) en la industria se han reducido en algo más del 4%, mientras que los precios cobrados por el sector han aumentado ligeramente, pero menos que los precios de los productos importados, es decir, que la reducción de los CLU ha permitido a la industria recuperar márgenes a la vez que se ganaba competitividad frente a las importaciones. La positiva evolución de la actividad y el empleo industrial podrían ser un primer indicio de cambio estructural promovido por la recuperación de competitividad en costes.