Tras cinco años de crecimiento desde el inicio de la recuperación, los fundamentos de la economía española siguen siendo relativamente sólidos, en el sentido de que no se han generado desequilibrios en el sector privado que puedan desencadenar el fin de la etapa de crecimiento. No hay motivos, por tanto, para esperar, desde una perspectiva interna, el agotamiento de la onda expansiva, si bien su…
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