Venían los mercados cargados de pesimismo por la situación en los emergentes y las dudas expresadas respecto a la solidez del crecimiento global. Y, en España, los temores eran aún mayores porque las citas electorales podrían traer inestabilidad política y derivar en una pérdida de definición en la política económica. La de este domingo en Cataluña era una primera parada. Desde el punto de vista…
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