Comenzaba la semana última con la Declaración Final de la Misión del FMI en visita ordinaria a España para recabar información y contrastar puntos de vista con vistas a la confección del informe de 2015 del Artículo IV del estatuto de esta institución. En general, los medios de comunicación recogieron como propuestas más importantes del Fondo algunas medidas impopulares, como subidas de los impuestos especiales y del IVA de algunos productos, recortes del gasto público para eliminar el elevado déficit público, copago sanitario, etc. Pero, el contenido de la declaración era más jugoso y, en mi opinión, daba en el clavo en lo importante. Tras constatar que la recuperación económica y la creación de empleo están siendo vigorosas y superiores a lo previsto, el Fondo nos recordaba que nuestra economía sigue teniendo vulnerabilidades y problemas estructurales profundos, que limitan su crecimiento a largo plazo. Dicho de otra manera, el Fondo nos viene a decir: no se encandilen ustedes con los resultados que están teniendo a corto plazo porque pueden ser efímeros, pongan las luces largas y continúen avanzando en reformas y medidas que aseguren el progreso a largo plazo, pues este no está nada claro.
Para avanzar en dicha estrategia, el Fondo señala tres prioridades. La primera es aumentar el crecimiento a largo plazo y hacerlo más inclusivo. Aquí apunta muchos temas, entre ellos, establecer las condiciones laborales adecuadas dando más importancia a las negociaciones a nivel de empresa, reducir la dualidad laboral, aumentar la eficacia de las políticas activas de empleo, incentivar el crecimiento en tamaño de las PYMEs y diversificar sus fuentes de financiación, promover la competencia y apoyar a la exportación. La segunda prioridad es continuar reduciendo la deuda privada y fortaleciendo el sistema financiero, para lo que sería de gran ayuda la regulación de la segunda oportunidad para autónomos y consumidores. Y la tercera prioridad es anclar la confianza, siendo esencial a este respecto acabar de consolidar las cuentas públicas, especialmente las de las Comunidades autónomas. Sin duda, a estos pueden añadirse otros temas esenciales, como la mejora de la educación, atacando el abandono prematuro y el fracaso escolar, o aumentar la cultura y el gasto en innovación, pero como estrategia general, la que propone el Fondo no anda descaminada.
GRÁFICO 1
(1) IPC excluidos productos energéticos y alimentos sin elaborar.
Fuentes: INE y Funcas (previsiones IPC).
En cuanto a la información publicada en la semana última, la más importante se refiere al IPC de mayo (gráfico 1). En este mes los precios aumentaron cinco décimas porcentuales, dos más de lo previsto, lo que se debió a los fuertes aumentos de precios de las frutas y legumbres, ligados a la variable estacionalidad de estas fechas, y a un comportamiento más inflacionista de algunos servicios, como los telefónicos, el transporte aéreo, los viajes organizados y los hoteles y otros alojamientos. Los productos energéticos también aumentaron este mes, pero dentro de las previsiones. Dejando aparte los elementos más volátiles, como los alimentos y la energía, la subida de muchos servicios se explica por la recuperación de la demanda y por la depreciación del euro. Tras la subida de mayo, la tasa interanual aumenta hasta -0,2%.
GRÁFICO 2
Fuentes: INE y Funcas (previsiones IPC).
GRÁFICO 3
Fuentes: Banco de España y The Economist.
Las previsiones actualizadas apuntan a tasas de inflación algo superiores a las realizadas el mes pasado, lo cual viene siendo la tónica de los últimos meses. Como se ve en el gráfico 2, las realizadas en enero último apuntaban a un -1,6% para este mes de mayo. La desviación se explica fundamentalmente por la subida del precio del petróleo y la depreciación del euro (gráfico 3). Bajo la hipótesis de que el precio del petróleo se mantenga en los niveles actuales hasta final de este año y aumente moderadamente en el próximo y de que el euro se deprecie también moderadamente frente al dólar, la inflación proseguiría su tendencia alcista hasta el 1,3% en diciembre de este año, tasa en la que se mantendría a lo largo del próximo. Las medias anuales se situarían en -0,2% y 1,3%, respectivamente.