La evolución del sector exterior español durante la última década ha sido calificada como milagro exportador (véase Eppinger et al 2018, o noticias como esta o esta). Para analizar la validez de esta afirmación, hemos identificado los elementos del desempeño exportador español que son comunes al periodo anterior y posterior a la crisis, y qué elementos son específicos a esta última etapa.
Entre los elementos que no apuntan a la existencia de tal milagro encontramos que:
- El ritmo de crecimiento del valor de las exportaciones fue similar antes y después de la crisis, y éste es comparable al de los países de la Unión Europea 15 (UE15). Las exportaciones españolas crecieron a una media anual del 5% durante el periodo 2010-2016. Este ritmo de crecimiento es inferior al obtenido durante los seis años anteriores a la crisis (6%), y sustancialmente inferior al alcanzado durante el periodo 1995-2008 (8%). El gráfico 1 también muestra que la evolución de las exportaciones de bienes y servicios en España ha sido similar a la de los países de la UE15.
- Desde 2009, España ha perdido cuota de mercado en las exportaciones mundiales de bienes y servicios, y se aleja del máximo alcanzado en 2003. El Gráfico 2 muestra que España gana peso en las exportaciones mundiales desde 1980 a 2003. La cuota pasa del 1,3% al 2,4% de las exportaciones mundiales. A partir de ese momento, se produce una caída en la cuota que se mantiene hasta el año 2012 produciéndose un repunte a partir de 2013.
- Los mercados no tradicionales han seguido ganando peso en las exportaciones españolas a un ritmo similar. El Gráfico 3 muestra que el mercado tradicional de la UE15 ha perdido peso, de un 72% del total de exportaciones de mercancías en el año 1995, a un 61% en el año 2016. Este descenso comienza antes de la crisis. Los mercados no tradicionales, como los incluidos en los planes integrales de desarrollo de mercado (PIDM), aumentan su participación del 13% en 1995 al 19% en el año 2016. No observamos una mejora en esta evolución después de la crisis.
Entre los elementos positivos del periodo post crisis identificamos:
- Fuerte incremento de la tasa de apertura por exportaciones. El Gráfico 4 permite observar a partir del año 2009 un crecimiento muy acusado de la tasa de apertura, que pasa del 23% en 2009 al 33% en 2016. Entre los años 2000 y 2009, la tasa de apertura se redujo del 29% al 23%.
- Saldo positivo de la balanza comercial. El Gráfico 5 muestra el deterioro que durante la década de 2000 se produjo de la balanza comercial, cuyo déficit alcanzó un récord en 2007, al situarse en el 6% del PIB. A partir de ese año, se produce un ajuste muy importante, y la balanza comercial mejora y pasa a tener superávit a partir de 2012. A pesar de la recuperación de la economía española, el saldo de la balanza comercial ha seguido siendo positivo.
- Aumento tanto del número de exportadores regulares como de las relaciones de exportación regulares[1]. El Gráfico 6 muestra que desde el año 1997 se produce un crecimiento en el número de empresas exportadoras. El crecimiento en el número de exportadores se acelera durante la crisis (2010-2013); sin embargo, durante el periodo de recuperación (2013-2016) se reduce el número de exportadores. Las relaciones de exportación también aceleran su ritmo de crecimiento a partir de 2010. A diferencia de las empresas exportadoras, este ritmo de crecimiento no se frena en la recuperación. Es llamativo que muchas de estas nuevas relaciones de exportación no hayan desaparecido al recuperarse la demanda interna. Según de Lucio et al (2018), la crisis forzó a muchas empresas, que eran reacias a entrar a nuevos mercados, a exportar para mantener su actividad y sobrevivir. Asimismo, empresas que ya exportaban se vieron obligadas a encontrar nuevos clientes ofreciendo nuevos productos o entrando en nuevos mercados. Muchas de estas empresas han retornado a sus mercados tradicionales al recuperarse la demanda, pero otras han descubierto que pueden competir de forma regular en nuevos mercados internacionales. Este comportamiento estaría en línea con el crecimiento que se observa en el número de exportadores y de relaciones de exportación regulares a partir de la Gran Recesión.
Profundizamos en el análisis y descomponemos el crecimiento de las exportaciones de mercancías españolas en sus diferentes márgenes para comparar el periodo anterior y posterior a la crisis (Cuadro 1). Observamos que:
- El margen intensivo (relaciones de exportación estables) fue el que más contribuyó al crecimiento de las exportaciones. Su contribución es similar en ambos periodos.
- La diversificación de mercados y productos por parte de las empresas que ya exportaban también tuvo una contribución muy importante al crecimiento el periodo postcrisis. El incremento del esfuerzo por ampliar su cartera de productos y destinos en los mercados foráneos a partir de 2009 es uno de los elementos distintivos del periodo posterior a la crisis.
- La contribución neta de las nuevas empresas exportadoras al crecimiento de las exportaciones, tanto en valores absolutos como en valores relativos, fue menor en el periodo 2009-2016 que en el periodo anterior a la crisis. Estos datos sugieren que las empresas que entraron en el mercado exportador durante la crisis lo hicieron con un valor menor, y tuvieron una menor supervivencia y una mayor rotación, que en el periodo anterior a la crisis.
Cuadro 1: Descomposición del crecimiento de las exportaciones
2001-2008 | 2009-2016 | Diferencia | |
---|---|---|---|
Nuevas empresas-margen Extensivo | 28,9% | 13,2% | -15,7 |
Diversificación productos y países– Extensivo | 28,8% | 41,0% | 12,2 |
Relaciones estables – Margen intensivo | 42,3% | 45,9% | 3,6 |
Total | 100% | 100% | — |
Fuente: Cálculo de los autores a partir de los datos de Aduanas.
Este ejercicio muestra el gran esfuerzo que han realizado las empresas españolas por diversificar sus exportaciones a nuevos mercados y productos. Si esta base exportadora más amplia se consolida, España logrará un aumento permanente en el valor de sus exportaciones. Aunque no podemos hablar claramente de un milagro exportador, inexplicable o sorpresivo, quizás sí podamos calificar de admirable la evolución de algunas empresas españolas en los mercados exteriores.
[1] Definimos como exportadoras a las empresas que exportan, al menos, 1500€ en un año. Las relaciones de exportación se definen como una combinación de una empresa, un producto y un destino. Definimos exportadores regulares a las empresas que exportan de forma ininterrumpida durante 4 años.
Más información en el artículo ‘¿Se ha producido un milagro exportador en España?’, publicado en Cuadernos de Información Económica, número 266