Hace unas semanas se publicó en este blog una entrada sobre posibles fórmulas para hacer llegar a las aulas las reformas diseñadas desde los organismos oficiales, un asunto abordado por Beatriz Pont en la jornada virtual titulada “Reformas educativas ante los nuevos retos”, organizada por Funcas en mayo. Hoy nos centramos en las claves expuestas por el resto de ponentes en esa jornada, David Cervera, Ainhoa Osés y Francisco Venzalá, tres voces expertas que aportaron visiones complementarias sobre cómo deben afrontarse los nuevos retos en materia educativa, en un contexto marcado por el cambio tecnológico, la globalización y la presión para garantizar una formación que prepare a los estudiantes para una sociedad en permanente transformación.
David Cervera: innovación, bilingüismo y continuidad en las políticas en la Comunidad de Madrid
David Cervera, director general de Bilingüismo y Calidad de la Enseñanza en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, defendió la necesidad de una estrategia educativa sostenida, basada en pilares como la continuidad institucional, la innovación metodológica, la digitalización y la formación docente, ante la complejidad de gestionar un sistema educativo como el madrileño, con más de 1.230.000 alumnos y 106.000 docentes distribuidos en más de 1.700 centros. En su argumentación, repasó la evolución del sistema educativo desde los primeros pasos en digitalización (2001-2002) hasta la actual integración de la inteligencia artificial y el pensamiento computacional en etapas tempranas y destacó la importancia de acompañar la tecnología con un cambio metodológico, situando al docente como impulsor clave. Otro hito que mencionó fue el Programa Bilingüe (2004-2005), que revolucionó la enseñanza del inglés, logrando que la mayoría de los alumnos alcancen un nivel B2 o C1 al finalizar la ESO. El programa se basa en la formación docente (nivel C1), auxiliares nativos y proyectos como Global Classrooms o Theatre in English, que promueven la comunicación real.
En innovación metodológica, el director general citó programas como la asignatura de tecnología en Secundaria y Código Escuela 4.0 Madrid, que introduce robótica desde la etapa de infantil, y otras iniciativas que fomentan el trabajo interdisciplinar y la resolución de problemas reales, destacando también algunos proyectos donde los alumnos aprenden del error como ejemplos de uso de la tecnología para desarrollar pensamiento crítico y soft skills.
Cervera resaltó el valor de las evaluaciones externas (PISA, TIMSS) como herramientas de mejora –no como mecanismo de clasificación– y abogó por una cultura de análisis y aprendizaje a partir de los resultados que permita introducir mejoras progresivas basadas en evidencia. Y, finalmente, subrayó el papel central del profesorado en todo este entramado para el fomento del intercambio de buenas prácticas y el liderazgo pedagógico, adaptándose a las necesidades de cada centro.
Ainhoa Osés: evidencia empírica sobre tecnología y aprendizaje en las aulas
La intervención de Ainhoa Osés, investigadora de ISEAK y coautora de un artículo recientemente publicado con gran repercusión mediática, aportó una visión basada en la evidencia empírica sobre el impacto de la tecnología en el aprendizaje. Osés, doctora por la Universidad del País Vasco y experta en economía de la educación y mercado laboral, expuso los resultados de un análisis de datos PISA en múltiples países para responder a la siguiente pregunta: ¿mejoran las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) los resultados de los estudiantes?
El estudio revela que, con medida, el uso de la tecnología en las aulas se relaciona con mejoras en las competencias matemáticas y, al contrario, un uso muy intensivo de las mismas tiene un impacto negativo en el rendimiento matemático, un patrón que se repite en todos los países de la OCDE analizados. En el caso de España, el uso muy intensivo tiene un impacto negativo equivalente a un curso escolar completo en comparación con un uso medio.
Ante estos resultados, Osés planteó “no un rechazo de la tecnología, sino de preguntarse cómo y para qué se usa”, y también “si ese uso, más allá del acceso, a estas herramientas está logrando los fines deseados”. Igualmente remarcó la necesidad de políticas públicas que garanticen la equidad en el acceso y que acompañen la introducción de tecnología con inversión en formación docente. Además, enfatizó que las reformas deben ser sensibles al contexto y evaluadas sistemáticamente y defendió la importancia de involucrar al profesorado en el diseño y la implementación de las políticas tecnológicas, coincidiendo con Cervera en la necesidad de evitar un enfoque exclusivamente “de arriba a abajo”.
Francisco Venzalá: el profesorado como agente de cambio y la necesidad de participación
Francisco Venzalá, presidente de ANPE —el sindicato mayoritario de la enseñanza pública no universitaria—, centró su intervención en el rol insustituible del profesorado en cualquier proceso de reforma educativa. A través de la historia inspiradora de una maestra finlandesa que supo revertir la desmotivación de su aula, Venzalá ejemplificó cómo el cambio real parte de la implicación personal y colectiva de los docentes.
El presidente de ANPE compartió resultados de estudios nacionales e internacionales que coinciden en tres mensajes clave: i) sin implicación docente, ninguna reforma tendrá éxito; ii) el desarrollo profesional, la colaboración y el empoderamiento del profesorado son condiciones indispensables; y iii) existe una desconexión frecuente entre la elaboración de políticas y la realidad del aula. Venzalá señaló cómo, en España, la excesiva rotación normativa y la falta de participación efectiva del profesorado en el diseño de las reformas han generado incertidumbre, desmotivación y sensación de no estar suficientemente reconocidos ni preparados para afrontar los cambios. Como propuesta, defendió la creación de espacios reales de colaboración, la formación de calidad, el liderazgo distribuido y el reconocimiento profesional. Los docentes no son ejecutores pasivos: adaptan, median, innovan y lideran el cambio en las aulas y centros. Cuidar al profesorado es cuidar el presente y el futuro de cualquier reforma educativa.
En definitiva, la jornada puso de relieve que el éxito de las reformas educativas exige continuidad en las políticas, decisiones informadas por la evidencia y, sobre todo, la implicación activa del profesorado como auténtico motor de cambio en el sistema educativo.