Tras la preceptiva discusión en las dos cámaras, los Presupuestos del Estado para el año 2016 quedarán aprobados esta semana del 19 al 23 de Octubre. Hay dos rasgos singulares que merecen ser destacados. Primero, la aprobación se produce con al menos dos meses de antelación respecto a lo que resulta habitual en la práctica presupuestaria española. De este modo, el gobierno se asegura holgura temporal suficiente respecto al final de la legislatura –las elecciones generales serán el próximo 20 de diciembre–. Segundo, coincidiendo con el tramo final de la discusión parlamentaria, el gobierno ha recibido advertencias de las autoridades europeas, que han informado que los objetivos de déficit público de 2015 y 2016 tienen un elevado riesgo de ser incumplidos. Concretamente, la desviación estimada es de 3 décimas del PIB en 2015 y de 7 décimas en 2016, lo que en números redondos exigirían ajustes por alrededor de 11.000 millones de Euros. El gobierno ha insistido en el cumplimiento de las previsiones de déficit (4,2% en 2015 y 2,8% en 2016) con el argumento del tirón de la recaudación. En todo caso, el riesgo de incumplimiento del déficit, especialmente el de la Seguridad Social, sumado a la incertidumbre sobre el signo y composición del próximo gobierno resultan en una alta probabilidad de que el presupuesto se vea sometido, más pronto que tarde, a ajustes.
A la espera de acontecimientos, los presupuestos de 2016 tienen nuevamente como objetivo la consolidación fiscal reduciéndose el gasto consolidado no financiero un 0,3%. El gasto no financiero del Estado y Organismos Autónomos se reducirá en conjunto en 10.770 millones mientras que el de la Seguridad Social se incrementará en 4.102 millones. El gobierno espera un crecimiento del 6,2% para los ingresos tributarios (11.264 millones) y un 6,7% para las cotizaciones (7.409 millones de Euros). La comparación de ingresos y gastos se traduce en un déficit esperado en 2016 del 2,2% para la Administración Central y un 0,3% para la Seguridad Social. ¿Son verosímiles las cifras? En un reciente informe, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) ha considerado alcanzables las primeras mientras que existen serias dudas de incumplimiento en las segundas debido al exceso de optimismo en los ingresos por cotizaciones. Y esta situación no es nueva, puesto que la AIREF advirtió el pasado julio que el déficit del 0,6 previsto en 2015 para la Seguridad Social es inalcanzable por la evolución de las cotizaciones –las políticas de empleo están limitando el crecimiento de estos ingresos–.
“El gobierno espera crecimientos del 5,5% en los ingresos por IRPF, 4,6% en el IVA, 10,0% en el Impuesto de Sociedades y 4,8% en los Impuestos Especiales. Tales estimaciones descansan en una evaluación favorable de las rentas salariales, del mercado de vivienda y del beneficio empresarial”.
Respecto a las “grandes” partidas de gasto, las pensiones aumentarán en 3.790 millones de Euros debido a la evolución del número de pensionistas, el incremento de la pensión media (la de jubilación se situó en julio de 2015 en 1.022 Euros) y la revalorización del 0,25% para las pensiones en vigor. Las prestaciones por desempleo disminuirán en 5.480 millones de Euros, aunque no solo por la mejora del mercado laboral sino también por el trasvase de beneficiarios desde los programas de prestaciones por desempleo a otros programas, como la renta activa de inserción. Por último, la carga financiera de la deuda disminuirá en 2.000 millones de Euros (un 5,6%), debido esencialmente a la reducción esperada de la deuda (las cifras presupuestadas para los años 2015 y 2016 son 101,7% y 98,5%). La reducción de la carga financiera dependerá en todo caso del cumplimiento de los objetivos de déficit. En cuanto a los ingresos impositivos, el gobierno espera crecimientos del 5,5% en los ingresos por IRPF, 4,6% en el IVA, 10,0% en el Impuesto de Sociedades y 4,8% en los Impuestos Especiales. Tales estimaciones descansan en una evaluación favorable de las rentas salariales, del mercado de vivienda y del beneficio empresarial.
Esta entrada es una versión resumida del artículo Principales rasgos de los Presupuestos Generales del Estado de 2016, disponible aquí y publicado en el número 248 de Cuadernos de Economía Española.