La Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés) pretende establecer un área de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos que facilite el intercambio de mercancías, la prestación de servicios, las inversiones en ambos territorios y la participación extranjera en la contratación pública. Con este propósito, más allá de la eliminación de los aranceles, que en la actualidad son ya reducidos, el planteamiento inicial del acuerdo es, sobre todo, reducir las barreras de naturaleza técnica y regulatoria, armonizar los estándares de los productos y crear nuevos mecanismos y normas que agilicen el comercio y la inversión entre ambas regiones.
Después de catorce rondas de negociación todavía hay diversos aspectos del acuerdo sobre los que no se dispone de información suficiente. Sin embargo, la documentación disponible revela un acuerdo con un grado de ambición elevado, lo que, unido a su énfasis en la reducción de barreras regulatorias y al hecho de que implique a dos áreas que representan casi la mitad del PIB y del comercio mundial, hacen de él un tratado singular, susceptible de convertirse en un marco de referencia para futuras negociaciones comerciales.
«La mayoría de los estudios realizados sugieren que existe un margen no desdeñable de ganancias de bienestar asociadas a la liberalización comercial entre los Estados Unidos y la UE, más significativos si resulta finalmente un acuerdo ambicioso».
Al mismo tiempo, la naturaleza del acuerdo le confiere también mucha complejidad, porque se trata de identificar y eliminar regulaciones que impiden el comercio o la libre prestación de servicios, lo que no es tarea fácil. Y, además, suscita mucha controversia, dado que no se puede olvidar que algunas de las diferencias regulatorias entre estados son, en ocasiones, el resultado de las distintas preferencias reveladas de los ciudadanos, en ámbitos tan importantes como la seguridad alimentaria o el medio ambiente. Además, el tratado pretende incorporar un mecanismo de resolución de conflictos entre los estados y las empresas, que la experiencia ha mostrado problemático.
Todo ello ha suscitado una resistencia elevada por parte de ciudadanos y políticos, que añade mucha incertidumbre acerca del alcance que podría tener finalmente el acuerdo e incluso se abre la posibilidad de que no se lleve a la práctica. Con esta cautela, la mayoría de los estudios realizados sugieren que existe un margen no desdeñable de ganancias de bienestar asociadas a la liberalización comercial entre los Estados Unidos y la UE, más significativos si resulta finalmente un acuerdo ambicioso.
Impacto para España
Para España, el TTIP abre la posibilidad de mejorar el posicionamiento exterior de las empresas, aumentando su presencia en una economía con elevado potencial de crecimiento, con la que en la actualidad las relaciones comerciales son comparativamente limitadas. Es precisamente este último elemento el principal limitante del impacto positivo que podría tener el acuerdo, compensando en gran medida la ventaja de especialización productiva de España en un buen número de actividades que serían objeto de un potencial mayor desarme proteccionista.
Los efectos sobre la producción que se estiman en este trabajo, en el marco de un análisis de equilibrio parcial estático, se sitúan en torno al 0,3% de aumento de la producción, que sería el resultado de un incremento de 0,4 puntos asociados a los efectos de creación de comercio, aminorados por los efectos de desviación ante el abaratamiento relativo de los productos estadounidenses para los demandantes del resto de la UE.
Por ramas de actividad, dentro de las manufacturas, los mayores efectos se observarían en las actividades de cuero, calzado, productos químicos y en alimentación, bebidas y tabaco. En los servicios, se produciría un impacto más elevado en los servicios de intermediación financiera, las actividades empresariales y el transporte aéreo.
Esta entrada es un resumen del artículo Oportunidades para la economía española del acuerdo TTIP entre la Unión Europea y Estados Unidos , publicado en el número 150 de Papeles de Economía Española. Puede acceder aquí al sumario de la revista.