Logo Funcas

Opinión pública sobre política educativa en España. Una explicación de la falta de consenso educativo

Comparte esta entrada

El debate educativo en nuestro país es intenso. Los partidos políticos no se ponen de acuerdo en la política educativa a seguir. En los últimos tiempos se han aprobado y derogado o paralizado tres leyes educativas generales: la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) de 2003, aprobada por el Partido Popular (PP), la Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006, aprobada por el Partido Socialista (PSOE), y la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación (LOMCE) de 2013, aprobada de nuevo por el PP. Esta última ley está vigente, pero parte de su articulado está paralizado por el actual gobierno socialista. La LOMCE contiene asuntos muy espinosos, que enfrentan a los partidos políticos, como los relativos a la religión, los conciertos educativos, las reválidas, los itinerarios o el papel de las Comunidades Autónomas en la educación. Lo cierto es que la falta de acuerdo político sobre educación ha sido una constante de nuestra democracia, tal y como lo refleja el hecho ninguna ley educativa de este periodo ha sido aprobada por los dos principales partidos políticos, PSOE y PP. Además, la ley más actual, la LOMCE, sólo fue apoyada por el partido que la promovió, el PP. Ante este desacuerdo político, que origina una fuerte inestabilidad de la política educativa, la gente reclama desde hace tiempo que haya consenso educativo entre las fuerzas políticas; en 2005, el 80% de los españoles creía que este acuerdo para reformar el sistema educativo era necesario.

Ahora bien, cabe preguntarse cuál es la posición de los españoles ante las cuestiones educativas, más allá del debate de naturaleza política, para ver en qué medida esta falta de acuerdo político tiene su correlato en las opiniones de la sociedad. La opinión pública sobre la política educativa en España ha sido poco analizada, a pesar de la información contenida en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En el Catálogo de Encuestas del Banco de Datos del CIS hay un total de 39 encuestas con preguntas sobre educación, de las cuales 14 contienen preguntas específicas sobre política educativa.

Las cuestiones más generales de la educación, como sus objetivos, suscitan un alto grado de acuerdo. Hay, efectivamente, un alto grado de acuerdo sobre los objetivos, problemas y medidas para mejorar la enseñanza (Gráfico 1). Como objetivo de la enseñanza, la sociedad defiende dar un nivel básico de conocimientos a todos, siguiendo una concepción universalista de que todo el mundo alcance un determinado nivel. El principal problema de la enseñanza según los españoles es la conflictividad y la ausencia de disciplina en los centros, y la medida más defendida para mejorar la educación es elevar el nivel de conocimientos exigidos. El incremento de la calidad de la enseñanza o la transmisión de valores por parte de la escuela, son percibidos como asuntos carentes de polémica y suscitan también el acuerdo general del público. La igualdad de la educación, más allá de la mencionada concepción universalista, no es percibida siquiera como una cuestión importante en la enseñanza, al contrario que la calidad de la educación que se ha convertido claramente en un tema “valencia” (es decir, que es deseado por casi todos).

Gráfico 1

Fuente: Estudio 2.616 del CIS (julio de 2005). Nota: P.15 “A continuación le voy a leer algunos problemas que a veces se mencionan cuando se habla de enseñanza. Querría que me dijera, para cada uno de ellos, si Ud. Considera que, hoy en día, es realmente un problema muy importante, bastante, poco o prácticamente sin importancia en la mayor parte de nuestros colegios, escuelas o institutos”.

Cuando descendemos a cuestiones más específicas, más particulares, de la política educativa sí que se observa una profunda división en la opinión pública. Las opiniones de los españoles están fracturadas ante asuntos como la mayor o menor exigencia del sistema educativo, el conflicto entre la enseñanza pública y privada, o los conciertos educativos (Gráfico 2). Asimismo, la polarización es también muy intensa en relación al estatus de la enseñanza de la religión en los centros, la estructura de las enseñanzas medias o el grado de descentralización de la política educativa. Otros asuntos, actualmente sin relevancia política y mediática, como el acceso o financiación de las universidades, también muestran un alto grado de división de opiniones.

Gráfico 2

Fuente: Estudio 2.788 del CIS (febrero de 2009). Nota: P.24 “De las siguientes medidas que ponen en marcha las Administraciones Públicas, ¿cuál le parece prioritaria para proporcionar atención educativa a los niños y las niñas menores de 3 años?”.

Lo cierto es que el debate educativo actual se centra en muchos de estos temas, específicos, ante los que la opinión pública está polarizada, y no tanto en otra serie de asuntos más generales sobre los que existe consenso. El debate en torno a la enseñanza, la falta de acuerdo sobre la política educativa, no parece sólo una cuestión de pelea entre las élites políticas. Hay muchos asuntos, recogidos en la LOMCE, ante los que los españoles tienen posturas encontradas. El consenso político en educación parece cuando menos difícil al examinar la opinión de los españoles ante la política educativa. Al menos si los políticos siguen empeñados en centrarse precisamente en aquello ante lo que los españoles más discrepan. 


Esta entrada es un resumen del artículo ‘¿Es posible el consenso educativo? La opinión pública sobre política educativa en España‘, publicado en el número 30 de la revista Panorama Social

.
Comparte esta entrada