Estamos envejeciendo a nivel mundial. En España, actualmente un 18% de la población es mayor de 65 años; para el 2029 se espera que el ratio alcance el 25%, según el INE. Para este mismo año que ahora finaliza, 2015, se espera por primera vez que el número de muertes sobrepase el de nacimientos. Estos cambios tienen importantes implicaciones.
Dado este envejecimiento general, tenemos un mayor número de individuos con enfermedades crónicas –enfermedades que no se pueden curar, como patologías cardiacas o enfermedades respiratorias.
De hecho, en 2014, de la «Encuesta nacional de pacientes crónicos: estudio social de necesidades» se ha destacado que, «A partir de los 65 años, hasta el 71,8% de la población sufre algún tipo de enfermedad crónica. Como promedio, estos pacientes padecen 4,3 enfermedades crónicas al mismo tiempo». Esta realidad requiere una transformación de nuestros servicios sanitarios.
En este contexto, Funcas ha lanzado una nueva serie, «Buenas prácticas en el sector sanitario», para compartir ejemplos de cuidados sanitarios efectivos, útiles e interesantes y contribuir al debate.
Estos ejemplos comparten un objetivo, que es lo que se ha venido a denominar la Triple Meta: mejor salud, mejores cuidados y menores costes. Ninguno de estos ejemplos, por sí solo, constituye una panacea ni una solución definitiva, pero vale la pena comentarlos y estudiarlos.
La primera entrega de «Buenas prácticas en el sector sanitario» se centra en la Medida de Activación del Paciente o PAM (por sus iniciales en inglés). El PAM es un instrumento sencillo que ayuda a dirigir el foco de los proveedores sanitarios, contribuye a evaluar la efectividad de las intervenciones para la mejora de la autogestión e incentiva conductas saludables. Se ha testado y validado el PAM en 11 países y se está utilizando en varios contextos, observándose muy buenos resultados en referencia a la Triple meta. En la web de Funcas se puede acceder a un vídeo de tres minutos y a un documento con una detallada información sobre el PAM.
A principios de diciembre se abordará la siguiente entrega, enfocada en el Proyecto TELBIL, un sistema de telemonitorización de pacientes crónicos, organizado y llevada a cabo desde la atención primaria. Este proyecto fue implementado en el País Vasco en el período 2010-2014 para mejorar la gestión de las enfermedades crónicas. TELBIL consiste en la monitorización diaria a pacientes crónicos en casa por sus médicos de cabecera y enfermeras. Esta iniciativa ha conseguido también muy buenos resultados, reduciendo las hospitalizaciones de estos pacientes y obteniendo un alto nivel de satisfacción tanto por parte de los pacientes como de los profesionales al cargo.