Este artículo ofrece un resumen de las últimas investigaciones sobre los mercados de trabajo de las ligas deportivas profesionales en distintas partes del mundo y expone las principales aportaciones teóricas realizadas sobre los mercados de trabajo del deporte y las principales conclusiones respecto a los deportes de equipo norteamericanos y europeos en cuatro áreas fundamentales: las instituciones del mercado de trabajo, la explotación monopsónica, la eficiencia del mercado de trabajo y la discriminación salarial.
Estos temas están interrelacionados. Por ejemplo, la explotación monopsónica en los deportes norteamericanos es una consecuencia de las restricciones al movimiento de los jugadores, así como de la existencia de un número reducido de clubs al nivel de las grandes ligas, que oscila entre 30 y 32. Básicamente, la cláusula de reserva impedía a los jugadores de béisbol escuchar ofertas de otros clubs distintos al equipo que tenía los derechos sobre el jugador. Este principio dominó el mercado de trabajo de la liga de béisbol hasta la década de 1970, y fue asimismo aplicado a las ligas nacionales de baloncesto (NBA), fútbol americano (NFL) y hockey (NHL). La institución del draft en orden inverso fue adoptada finalmente por todas y cada una de las grandes ligas norteamericanas. Este mecanismo otorgaba un importante poder monopsónico a los propietarios de los equipos de estas ligas. La evidencia que mostramos en el artículo indica que cuando los equipos tienen un poder monopsónico importante, los salarios de los jugadores se reducen. Además del sistema de draft, otras intervenciones –como los topes salariales– han reforzado conjuntamente el poder monopsónico de los equipos en los mercados de trabajo. Esto contrasta enormemente con el caso del fútbol europeo, donde los jugadores tienen libertad para negociar contratos con cualquier club y pueden moverse libremente dentro de la Unión Europea, con arreglo a los términos acordados por los clubs y los propios jugadores dentro del mercado de traspasos. Dada la diferente naturaleza de las restricciones existentes en estos dos mercados de trabajo, la teoría económica predeciría que los salarios serán menores en los deportes estadounidenses, y que habrá en ellos muchos deportistas explotados. Los datos empíricos confirman en general esta teoría.
«En 2012-2013 el equipo medio de la Premier League inglesa pagaba a sus jugadores un 69,5% de los ingresos obtenidos por el club (…) Las ligas deportivas norteamericanas, mediante la figura limitada del agente, pagan normalmente a los jugadores en torno al 50% de los ingresos de la liga».
El poder de negociación influye en el porcentaje de los ingresos totales que se paga a los jugadores en forma de remuneración. En 2012-2013 el equipo medio de la Premier League inglesa pagaba a sus jugadores un 69,5% de los ingresos obtenidos por el club, y este porcentaje es mayor que el observado en cualquiera de las cuatro grandes ligas norteamericanas. En las ligas deportivas europeas no existen muchas de las instituciones (como el draft en orden inverso, la cláusula de reserva, los topes salariales y de nómina, los impuestos de lujo, etc…) que limitan la remuneración de los jugadores. Por su parte, las ligas deportivas norteamericanas, mediante la figura limitada del agente libre (aun con todas las instituciones anteriormente citadas), pagan normalmente a los jugadores en torno al 50% de los ingresos de la liga. El porcentaje de los ingresos destinado a pagar los salarios de los jugadores revela que los jugadores con poder negociador limitado perciben una remuneración menor.
Un mercado de trabajo será ineficiente si la remuneración de una determinada medida de desempeño (performance) del jugador está desajustada respecto a la contribución a las victorias de ese aspecto del desempeño. Este desajuste fue abordado ampliamente en el libro Moneyball, superventas de Michael Lewis (2003) llevado al cine y nominado al Óscar, que narraba cómo el director deportivo de los Athletics de Oakland, Billy Beane, aprovechaba la infravaloración del parámetro del porcentaje de embasado (OBP, on base percentage) como contribuyente a las victorias. Ofrecemos una perspectiva alternativa a la interpretación habitual de los efectos Moneyball en el béisbol. La tesis central de Moneyball era que los responsables de tomar decisiones no estaban valorando correctamente los datos de rendimiento de los jugadores de béisbol, lo cual parece difícil de sostener, pues los datos en cuestión existían ya desde el siglo XIX. Trabajos más recientes de Holmes, Simmons y Berri (2018) sugieren, en contra del argumento de Moneyball, que los decisores no estaban valorando incorrectamente a los jugadores de béisbol.
Aun así, hay otros modos en los que los responsables de tomar decisiones en los equipos deportivos podrían incurrir en ineficiencias. Tras el éxito inicial en la elección de jugadores de baloncesto internacionales en los drafts de los años 1999 a 2001, los equipos de la NBA sobrerreaccionaron y obtuvieron resultados insuficientes de los extranjeros elegidos en primera ronda del draft tras 2001. Los equipos asumieron como normal el éxito inicial de los primeros jugadores extranjeros, pero no lograron extraer un buen rendimiento de los elegidos posteriormente en primera ronda. Mostramos evidencias procedentes de la NFL de que la ronda del draft es una variable que no predice la productividad futura del jugador.
El tema de la discriminación es, tal vez, el más tratado por los economistas que estudian los mercados de trabajo del deporte. La literatura es abundante, y los casos analizados suelen tener eco en los medios de comunicación masivos. Resaltamos las dificultades que entraña identificar econométricamente la discriminación salarial en los mercados de trabajo del deporte. Es difícil distinguir entre discriminación e ineficiencia, y el sesgo por omisión de variables relevantes, sobre todo en lo que respecta a la evaluación del desempeño del jugador, es un reto para el análisis econométrico de los salarios. La evidencia empírica apunta a la existencia de cierto grado de discriminación salarial en algunos deportes norteamericanos. Además, el sesgo racial va más allá de los salarios pagados a los jugadores alcanzando también, por ejemplo, a las decisiones arbitrales o técnicas durante los partidos.
En resumen, los investigadores han realizado importantes avances en la evaluación de la explotación monopsónica, la eficiencia del mercado de trabajo y la discriminación, favorecidos por la mejora de las bases de datos longitudinales y los métodos econométricos, como la regresión cuantílica, la extensión de la descomposición de Oaxaca-Blinder para la discriminación y las variables instrumentales. Estas mejoras y los trabajos realizados hasta la fecha serán los cimientos en que sustentar la investigación futura.
Más información en el artículo “Los mercados de trabajo en el deporte de equipo profesional”, publicado en el número 159 de Papeles de Economía Española