La tasa de inflación se elevó una décima porcentual en diciembre de 2013 hasta el 0,3%, debido, sobre todo, al encarecimiento de los combustibles y, en menor medida, de las legumbres y hortalizas frescas. No obstante, todos los grupos que componen el índice subyacente, y que por tanto integran el núcleo más estable e indicativo de las tensiones inflacionistas estructurales –alimentos elaborados, BINEs y servicios- redujeron su inflación desde un 0,4% hasta un 0,2%.
El reducido nivel de la tasa de diciembre de 2013 contrasta con la registrada el mismo mes del año anterior, que fue del 2,9%. Este fuerte descenso con respecto a un año antes ha procedido, por una parte, de los productos energéticos, sobre todo de la electricidad, que en diciembre de 2013 fue un 3,7% más barata que en diciembre de 2012. El segundo grupo que más ha influido en este descenso de la tasa de inflación fueron los servicios, entre los que destacaron los servicios telefónicos y la enseñanza. Finalmente, el tercer grupo con más peso en el descenso de la inflación en 2013 fueron los BINEs, especialmente los medicamentos.
Para interpretar estos resultados hay que tener en cuenta que la tasa de inflación de diciembre de 2012 incorporaba varios efectos alcistas sobre la misma derivados de las medidas de política económica introducidas unos meses antes –financiación de los medicamentos, subida de tasas y aumento del IVA-; efectos que han desaparecido en la tasa interanual de diciembre de 2013, que, por tanto, refleja mejor las tensiones inflacionistas reales en la economía.
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Síntesis de la nota “IPC diciembre 2013 y previsiones hasta diciembre de 2014” http://www.funcas.es/Indicadores/Indicadores.aspx?file=78 elaborada por María Jesús Fernández, analista de la Dirección de Coyuntura y Estadística de Funcas.
