El Banco de España acaba de publicar las Cuentas Financieras de la Economía Española del cuarto trimestre de 2013, que ofrecen información, entre otras cosas, de la evolución de la riqueza financiera y del endeudamiento de los hogares y las empresas en el conjunto de 2013.
La riqueza financiera neta de las familias (que equivale al valor de los activos financieros menos el valor de los pasivos financieros) registró un extraordinario crecimiento del 25,6%, con lo que se ha situado por encima del máximo histórico alcanzado antes de la crisis, en 2006. Este salto en la riqueza financiera de los hogares obedeció fundamentalmente a dos factores: por una parte, a la reducción de su deuda, cuyo ritmo de descenso fue en 2013 el mayor desde que en 2009 las familias iniciaron su proceso de desendeudamiento; y por otra parte, a la fuerte revalorización de su cartera de acciones, que aumentó en 2013 un 34%, debido en parte a la adquisición de nuevas acciones, pero, sobre todo, a la revalorización de las mismas. Este hecho puede haber generado un importante efecto riqueza que ayudaría a explicar la recuperación del consumo observada en la segunda mitad del año.
El endeudamiento de los hogares se redujo a un ritmo superior al observado durante los años anteriores, hasta situarse en el 116,5% de su renta disponible bruta, es decir, 6,4 puntos porcentuales (pp) por debajo del nivel de 2012, y 12,1 pp menos del máximo alcanzado en 2010.
Las empresas no financieras también continuaron reduciendo su endeudamiento, cuya ratio en relación al PIB descendió en 4,7 pp hasta el 129%, frente al máximo del 143,6% alcanzado también en 2010.
Se sigue avanzando, por tanto, en el proceso de corrección del excesivo endeudamiento privado generado durante los años de crecimiento, aunque este aún continúa en niveles relativamente elevados, cercanos a los que había en 2006 (ver gráfico).
Deuda de hogares y empresas, en % del PIB (1)
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María Jesús Fernández es analista de la Dirección de Coyuntura y Estadística de Funcas