Los resultados detallados de la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) conocidos esta semana confirman que el PIB creció un 0,4% en el primer trimestre de 2014 en comparación con el trimestre anterior, lo que supone un ritmo de crecimiento del 1,5% en términos anualizados. Dicha tasa es, en realidad, unas centésimas inferior al avance provisional publicado hace unas semanas, pero por el efecto de los redondeos se mantiene igual mientras que la interanual desciende una décima hasta el 0,5%.
Dos aspectos de estos resultados merecen especial atención. El primero de ellos es la aportación del saldo exterior al crecimiento. Como se sabe, esta ha sido positiva desde el inicio de la crisis, debido al mayor esfuerzo exportador y, sobre todo, a la caída de las importaciones derivada del ajuste de la demanda nacional, cuya aportación ha sido negativa. Pero este patrón se ha invertido. Las exportaciones descendieron y las importaciones aumentaron –en términos interanuales ambas han crecido, pero las segundas ya más que las primeras–. Las compras al exterior fueron impulsadas por la recuperación del consumo y de la inversión empresarial, que lleva cinco trimestres en ascenso, lo que constituye uno de los rasgos más positivos de la evolución económica reciente.
Fuentes: INE (CNTR) y CE.
Gráficos elaborados por M. J. Fernández
En cuanto a los demás componentes de la demanda nacional, cabe destacar el fuerte repunte del consumo público, que sigue a una caída también intensa en el trimestre anterior. Esto ha vuelto a levantar sospechas sobre un posible traspaso de facturas de un trimestre a otro para reducir el déficit de 2013. La verdad es que estos datos son difíciles de interpretar, ya que no sabemos muy bien cómo afecta a las cifras desestacionalizadas de CNTR el cambio llevado a cabo en la forma de periodificar el gasto público corriente. Lo cierto es que en la evolución de las cifras brutas no se detecta ningún comportamiento extraño. Además, aunque el gasto creció en comparación con el trimestre precedente, descendió si lo comparamos con el mismo periodo de 2013.
En suma, se ha producido un vuelco en las aportaciones respectivas de la demanda nacional y del sector exterior al crecimiento: la primera se ha vuelto positiva y la segunda negativa, tanto en términos intertrimestrales como interanuales, lo cual, desde que se inició la crisis, solo sucedió en el segundo trimestre de 2010, durante aquel breve amago de recuperación. Parece que sufrimos una maldición: en cuanto crece la demanda nacional, se disparan las importaciones y la aportación del sector exterior se vuelve negativa. Es cierto que esta aportación negativa también es el resultado de una caída de las exportaciones que puede ser puntual, ya que refleja el parón sufrido por el comercio internacional. Pero ya se detectaban señales de debilidad desde hace varios trimestres.
Esto no augura nada bueno para nuestra capacidad de crecer de forma sana y sostenible en el futuro. Además, si seguimos por este camino, nuestra balanza por cuenta corriente volverá a ser deficitaria y la recuperación podría descarrilar. La única forma de librarnos de la maldición es aumentando el peso de las exportaciones sobre el PIB y reduciendo la elasticidad de las importaciones con respecto a la demanda interna. Y esto se hace creando las condiciones propicias para que aumente la competitividad y el tamaño del sector industrial. Esto lleva su tiempo. La devaluación interna y la reforma laboral están ayudando a avanzar en esta dirección, y una devaluación fiscal –bajada de cotizaciones sociales compensada con aumento de la imposición indirecta– ayudaría todavía más.
El segundo aspecto a destacar de la CNTR del primer trimestre es la evolución del empleo. La EPA indicaba que la ocupación había descendido, lo que nos había dejado confundidos a los analistas, ya que la evolución de la afiliación a la Seguridad Social apuntaba claramente en la dirección opuesta. Se puede decir que la CNTR ha fallado a favor de esta última, confirmando que en el primer trimestre se produjo una pequeña creación de empleo por segundo trimestre consecutivo. Esto debe ser celebrado, pero no dejemos de prestar atención a lo que sucede con el sector exterior.
_____________
María Jesús Fernández analísta de Funcas.