La tasa de inflación descendió una décima porcentual en junio, hasta el 0,1%, mientras que la subyacente se ha mantenido en el 0%, el mismo nivel del mes anterior.
La reducción ha procedido, por una parte, del descenso del precio de la electricidad, debido a que el INE ha incluido en el IPC de junio las devoluciones a los consumidores de las cantidades facturadas en exceso en los primeros seis meses del año. También ha influido la bajada de la inflación en ciertos alimentos, especialmente las frutas frescas, las patatas y sus preparados, y en menor medida, los aceites. En el sentido contrario han actuados los carburantes y los seguros de los automóviles, cuyos precios se han elevado en junio. Los alimentos, tanto elaborados como no elaborados, son los que han presentado a lo largo del año caídas más acusadas en sus tasas de inflación, mientras que el resto de productos han mantenido las suyas, en general, más estables, si bien en niveles muy reducidos, en torno al 0%.
La inflación va a seguir el resto del año en tasas muy bajas, e incluso negativas en los próximos meses, ya que las presiones inflacionistas siguen siendo muy reducidas, debido, por una parte, a la reducción de los costes laborales derivada de la devaluación competitiva, y por otra, a la todavía escasa presión de la demanda, pese a encontrarse ésta en fase de recuperación.
_____________________________
María Jesús Fernández es analista de la Dirección de Coyuntura y Estadística de Funcas