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La geografía del talento en la ciudad de Madrid

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La asociación positiva entre trabajadores talentosos o creativos y prosperidad económica ha sustentado, en los últimos años, la articulación de políticas públicas para impulsar la capacidad de las ciudades para atraer a este tipo de trabajadores. No obstante, la aproximación al estudio del talento y la creatividad no es una tarea sencilla, no solo por su falta de categorización o definición, sino por la forma de hacerlo operativo. Se reconoce, sin embargo, que es un fenómeno complejo y multidimensional que no puede capturarse mediante un solo indicador.

El objetivo del artículo es analizar qué talento y cómo se distribuye en la ciudad de Madrid, así como determinar qué tipo de entorno requiere ese talento para prosperar. Para lo cual se analiza la distribución geográfica y la dinámica espacial de las actividades en que se ocupan los trabajadores creativos.

Se presentan los resultados de la estimación de los Índices de Creatividad por Distritos (ICD) y por Barrios (ICB) que, desde una perspectiva multidimensional, permiten analizar los patrones territoriales de dicho fenómeno, así como ofrecer elementos de reflexión para impulsar la atracción y retención de talento, como un elemento más de su política de ciudad. El planteamiento metodológico es bastante flexible, pudiéndose aplicar este tipo de análisis a otras grandes y medianas ciudades presentes en el mapa global del talento como Barcelona, Bilbao o Zaragoza.

Los resultados ponen de manifiesto la elevada concentración y heterogeneidad del fenómeno de la creatividad entre distritos y barrios de la ciudad de Madrid. En el caso del ICD, únicamente seis distritos obtienen puntajes superiores a tres: Centro, Moncloa-Aravaca, Salamanca, Chamberí, Barajas y Chamartín. Completan el ranking de los top-10, Tetuán, Retiro, Hortaleza y Fuencarral-El Pardo, con valores superiores a 2 pero inferiores a 3. Los once restantes obtienen valores en el ICD inferiores a 2. Para los diez distritos con las mejores puntuaciones, las dimensiones que tienen mayor importancia difieren entre sí; para la mitad, la dimensión que logra mayor puntuación es aquella relacionada con la capacidad de atraer y retener talento (D1) (Salamanca, Chamberí, Chamartín, Tetuán y Fuencarral-El Pardo). En el distrito Centro la que logra mejor puntuación es la de características de la industria creativa (D4), en Moncloa-Aravaca, Retiro y Hortaleza la mejor valorada es la de habitabilidad (D6) y para el distrito de Barajas, los mejores valores los registra la accesibilidad y movilidad (D5). Las dimensiones que obtienen las peores puntuaciones son la de accesibilidad y movilidad para seis de ellos (D5) (Centro, Salamanca, Chamartín, Tetuán, Retiro y Fuencarral-El Pardo), la de características de la industria creativa para dos de ellos (D4) (Moncloa-Aravaca y Barajas) y la de características de apertura y diversidad para los dos restantes (D2) (Chamberí y Hortaleza).

«Destaca que las dimensiones de características de la industria creativa (D3) y de habitabilidad (D5) no sean las mejor valoradas para ningún barrio del ranking de los top-30»

Por su parte el ICB, muestra que en el distrito Centro, que ocupa la primera posición según el ICD, no todos los barrios presentan las mismas condiciones para favorecer la creatividad; Sol (puesto 1), Cortes, Justicia y Embajadores (puestos 5, 6 y 7) y Universidad (puesto 10) son los barrios con las mayores puntuaciones, mientras que Palacio aparece en una posición muy inferior (puesto 26). Similar situación se observa en el distrito de Moncloa-Aravaca que alcanza la segunda posición en el ICD; solo tres de los siete barrios forman parte del ranking de los top-30: El Plantío (puesto 4), Ciudad Universitaria y Argüelles (puestos 12 y 16, respectivamente). Ocurre lo mismo en el distrito de Salamanca (que ocupa el tercer lugar en el ICD), donde cuatro de seis barrios logran posicionarse dentro de los 30 mejores barrios según el ICB: Recoletos, Castellana, Goya y Lista (puestos 2,3,9 y 15, respectivamente).

No todas las dimensiones tienen la misma importancia en el cálculo del ICB. En trece barrios del ranking de los top-30 la dimensión que logra un mejor desempeño es la indicativa del capital relacional (D6); la dimensión relacionada con las características de movilidad logra los mejores valores en 10 barrios (D4); la relativa al clima de apertura y diversidad (D2) registra los mejores valores en seis de ellos, y, la relativa a la capacidad de atraer y retener talento (D1) logra el mejor resultado solo en un barrio. Además, destaca que las dimensiones de características de la industria creativa (D3) y de habitabilidad (D5) no sean las mejor valoradas para ningún barrio del ranking de los top-30.

De modo que las políticas a escala urbana para atraer y retener el talento pasan por reconocer su naturaleza interdisciplinar, sus conexiones económicas, sociales, culturales, tecnológicas, ambientales, etc. Además, no existe una sola receta para que un territorio sea (más) creativo, por lo que cada barrio, distrito, ciudad, región o país, debe ser capaz de formular una estrategia factible para impulsar su economía creativa basada en sus fortalezas, debilidades y, en definitiva, realidades.

Esta entrada es un resumen del artículo ‘Aglomeración de sectores intensivos en conocimiento: una aproximación intraurbana’, publicado en el número 153 de Papeles de Economía Española. Puede acceder aquí al sumario y la descarga de la revista.

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