En las tres últimas décadas, la evolución de la economía de la Comunidad Foral ha seguido una senda sincronizada con la trayectoria de la economía española en su conjunto. Tras seis años de profunda recesión que toca fondo en el año 2013, con una variación negativa del PIB y el empleo, desde 2014, asistimos a una nueva fase de recuperación que ha ido afianzándose en 2015, con tasas de crecimiento positivas. Según las últimas previsiones económicas de Funcas, el crecimiento del PIB de Navarra superará el 3 por 100 en 2016, y su PIB per cápita seguirá mejorando su posición relativa. En esta perspectiva temporal, sin embargo, es preciso señalar que se ha producido y sigue habiendo algunas diferencias notables entre ambos espacios territoriales, relativas a la estructura productiva, el mercado de trabajo, el PIB per cápita, el comercio exterior de bienes, y los resultados presupuestarios del sistema foral.
Para que este nuevo ciclo de crecimiento económico se consolide, además del apoyo de diversos factores externos e internos, relacionados con el entorno global y la economía española, es preciso que en el ámbito de la Comunidad Foral de Navarra se adopten políticas públicas oportunas que conduzcan a mejorar la competencia local y el entorno regional.
Un rasgo diferencial de la estructura productiva de Navarra respecto a la economía española en su conjunto es el mayor peso del sector industrial, que supera en 14,2 puntos porcentuales el de España, mientras que la participación del sector servicios es 14,9 puntos inferior en Navarra. La industria es clave para reforzar el potencial de crecimiento de la economía navarra, en 2014 contribuyó al 24,9 por 100 del empleo y al 31,7 por 100 del VAB regional, y también desempeña un papel destacado en el proceso de internacionalización de la economía de Navarra.
En términos de tasas de crecimiento anual del PIB en índices de volumen encadenados, desde el inicio de la recesión, Navarra presenta tasas de crecimiento real de su PIB superiores a las tasas medias de la economía española. Además, en PIB per cápita, siempre se sitúa en las primeras posiciones por comunidades autónomas y también es la tercera de España que se encuentran por encima de la media de las regiones de la Unión Europea. Los indicadores del mercado de trabajo en los años 2014 y 2015 también confirman el cambio de tendencia de la actividad económica. En Navarra los desequilibrios son menores, sigue manteniendo una tasa de paro considerablemente menor que la del resto de España (en el año 2015, 13,9 por 100 y 22,4 por 100, respectivamente). No obstante, en los últimos ocho años se ha producido una reducción de la tasa de actividad sobre la que convendría reflexionar y actuar.
Durante todo el periodo analizado, los datos ponen de manifiesto importantes diferencias de PIB per cápita y productividad entre Navarra y España que son favorables para la región; y mediante una descomposición de ambas magnitudes relativas, identificamos algunos de los factores explicativos. En el subperíodo expansivo, más del 67 por 100 del diferencial del PIB per cápita de ambos territorios vendría explicado por las diferencias de productividad. A partir de 2008, sin embargo, más del 50 por 100 se explica por las desiguales tasas de ocupación. Las diferencias en tasas de actividad también han contribuido a aumentar dicho diferencial, pero en el período recesivo esta variable desempeña un papel menor. Las diferentes estructuras demográficas son un factor desfavorable para Navarra, contribuyendo residualmente a reducirlas. A su vez, la mayor parte de las diferencias en la productividad global vienen explicadas por las disparidades sectoriales de productividad, aunque con una tendencia decreciente.
«El principal desafío al que se enfrenta en la actualidad la política económica es la creación de empleo estable y de calidad. Para conseguirlo, se requiere un escenario de crecimiento económico, de incremento de la productividad, y un conjunto de políticas sectoriales encaminadas a mejorar la calidad de los factores que aportan conocimiento y aumentan el nivel de capital humano de la región».
El comercio exterior navarro ha registrado un superávit continuado, que se ha incrementado durante el último subperíodo recesivo, aumentando la tasa de cobertura hasta alcanzar en 2014 el 198,5 por 100. Aunque las exportaciones de las empresas de Navarra han mostrado una robustez notable, ampliando y diversificando destinos y manteniendo su competitividad, sin embargo, dada la concentración de las exportaciones en el sector del automóvil y en los bienes de equipo, y que el principal destino es la Unión Europea, es necesario incrementar la diversificación geográfica y sectorial de las exportaciones.
Mirando al futuro, la economía de Navarra tiene, al menos, tres retos importantes. El principal desafío al que se enfrenta en la actualidad la política económica es la creación de empleo estable y de calidad. Para conseguirlo, se requiere un escenario de crecimiento económico, de incremento de la productividad, y un conjunto de políticas sectoriales encaminadas a mejorar la calidad de los factores que aportan conocimiento y aumentan el nivel de capital humano de la región, como universidades, centros docentes, de investigación y tecnológicos. Esto es, se trata de construir un entorno propicio para la innovación que genere, difunda y aproveche bien el talento.
Para mejorar la productividad y competitividad de las empresas, las directrices marcadas por el Gobierno pretenden priorizar las políticas de reindustrialización y clústeres, tecnología e innovación e internacionalización de las empresas. El tercer reto al que se enfrenta la política económica es la estabilidad presupuestaria y la consolidación fiscal. Para ello, debe seguirse una gestión adecuada del Convenio Económico y de su autonomía tributaria, acorde con el ciclo y la coyuntura económica, desarrollar una política de infraestructuras que ayude al crecimiento económico y la necesidad imperiosa de garantizar la disciplina fiscal, controlar el déficit y reducir la deuda.
Esta entrada es una adaptación del artículo «La economía de Navarra ante el cambio de ciclo», publicado en el número 148 de Papeles de Economía Española. Puede consultar los contenidos completos de la publicación aquí.