Al analizar, hace un mes, los datos de afiliaciones a la Seguridad Social de mayo ya advertíamos que su ritmo de crecimiento seguía siendo elevado, pero apuntaba a una cierta desaceleración en términos desestacionalizados, como consecuencia de la pérdida de empuje que se observaba en los sectores de la construcción y los servicios públicos. Como una de las causas explicativas, señalábamos el final de un periodo preelectoral en el que todos los gobiernos habían forzado la máquina del gasto y de las contrataciones de personal para congraciarse con unos ciudadanos enfadados tras años de crisis y de ajustes de todo tipo. Los datos de junio corroboran esta tesis. El caso es que casi todos estos ciudadanos están hartos de la corrupción y del mal funcionamiento de las instituciones políticas del país, pero los dirigentes de estas instituciones no quieren enterarse. Por supuesto que gastar más con fines electorales puede ser legal y no es corrupción en sentido estricto, pero supone un uso de los recursos de todos con fines partidistas y una degradación de la calidad de nuestra democracia.
Un dato más que conocimos esta semana confirma lo que nos dicen las afiliaciones. El déficit público total en el primer trimestre del año ascendió a 7.131 millones de euros, un 12,7% más que en igual periodo del año anterior. El objetivo para todo el año es reducirlo en un 23%. La causa de esta desviación es que los gastos aumentan por encima de los ingresos (2% y 1,3%, respectivamente), a pesar de que los gastos en intereses disminuyen por la bajada de los tipos de interés y lo mismo hacen las prestaciones sociales por la reducción de los gastos en desempleo.
Con todo, nos dicen que nos van a bajar más los impuestos, a pesar de que estos aumentan por debajo de lo presupuestado, y se rumorea que en los próximos presupuestos va a haber ciertas alegrías en el gasto (otra vez el electoralismo). Las cuentas no cuadran y lo que va a ocurrir es que este año y el próximo incumpliremos notablemente los objetivos de déficit mientras la deuda pública se sigue disparando y sobrepasará el 100% del PIB. No parece que hayamos aprendido ninguna lección de esta crisis. Puede discutirse cuál es el objetivo de déficit más adecuado en función de la situación coyuntural de la economía, pero una vez que este objetivo ha sido establecido hay que cumplirlo, salvo causa de fuerza mayor. Si no, la credibilidad se resiente, y para un país tan endeudado como el nuestro es fundamental mantener la credibilidad ante los inversores que nos financian. De lo contrario, la prima de riesgo seguirá siendo elevada, lo que penalizará el coste de la financiación no sólo del sector público, sino de las familias y empresas, que competirán en inferioridad de condiciones frente a las de la zona euro. La política fiscal debe mantener una estrategia clara a medio y largo plazo y no puede estar al albur de los intereses electorales de los partidos políticos.
GRÁFICO 1
Sin empleados del hogar y cuidadores no profesionales. Fuentes: Ministerio de Empleo y Funcas.
GRÁFICO 2
Sin empleados del hogar y cuidadores no profesionales. Fuentes: Ministerio de Empleo y Funcas.
Pero volvamos a los datos de afiliaciones de junio. Como se ve en el gráfico 1, el aumento mensual de la afiliación, corregido de estacionalidad y fenómenos atípicos, registró una cifra superior a 63.000 en marzo y en los tres meses posteriores se ha ido reduciendo hasta unos 35.000 en junio. Los sectores que más han contribuido a ello han sido la construcción (gráfico 2) y los servicios predominantemente de no mercado (gráfico 3). Por ello es el trabajo temporal, muy abundante en estos sectores, el que más se resiente (gráfico 4). La industria mantiene el ritmo y los servicios de mercado lo desaceleran, pero levemente. Aún así, el crecimiento trimestral de la afiliación en el conjunto del segundo trimestre es superior al del primero, lo que apoya la previsión de que el PIB también ha crecido más. Pero la tendencia mensual también apoya la previsión de que este crecimiento, basado en buena parte en factores de impulso transitorios, perderá algo de fuerza en la segunda mitad del año.
GRÁFICO 3
Sin empleados del hogar y cuidadores no profesionales. Fuentes: Ministerio de Empleo y Funcas.
GRÁFICO 4
Fuentes: Ministerio de Empleo y Funcas.