El pasado 11 de julio se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Circular 6/2016, de 30 de Junio, del Banco de España, por la que se determinan el contenido y el formato del documento «Información Financiera-PYME» y se especifica la metodología de calificación del riesgo previstos en la Ley 5/2015, de 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial.
La popularmente conocida como Circular Pyme persigue reducir las asimetrías informativas que tradicionalmente han caracterizado al tejido Pyme para favorecer así la financiación a las empresas a través de un mejor y estandarizado análisis sobre su perfil de riesgo crediticio.
La atomización del tejido empresarial español en un gran número de autónomos y empresas de tamaño micro (menos de 10 empleados) y pequeño (menos de 50 empleados) ha supuesto tradicionalmente un obstáculo para que las empresas hayan podido dirigirse a canales de financiación alternativos a la banca tradicional como, por ejemplo, los mercados de capitales. Y también para que tanto entidades financieras como inversores pudieran elaborar un análisis de riesgos profesionalizado al igual que ocurre con las grandes empresas.
Las valoraciones de riesgo (o rating) permiten obtener información sobre la calidad crediticia de una compañía más allá de la que se podría obtener en base a datos públicos. Esto es especialmente relevante en el caso de las Pymes, donde la información pública es prácticamente inexistente y existe una tradicional opacidad sobre la gestión de negocio. De hecho son las propias entidades financieras a través de su vinculación histórica y su implantación a nivel local las fuentes de mayor información.
«La disposición de nueva información financiera sobre la Pyme debería favorecer la consolidación de fórmulas alternativas de financiación (denominadas en su día como “banca en la sombra”) que encontraron su oportunidad de desarrollo durante la reciente crisis financiera ante las dificultades de la banca para intermediar el crédito».
Se trata, por tanto, de extraer ese conocimiento de la Pyme y estandarizarlo con el propósito de que esta «medición del riesgo» simplifique el proceso de búsqueda de financiación (por ejemplo en aquellos casos en los que una entidad deniegue la concesión de fondos por razones de concentración sectorial pero no de debilidad de la empresa), y permita, en cierta medida, flexibilizar la política de precios y de términos de la financiación en función de una cierta categorización de las Pymes.
En este sentido, la disposición de nueva información financiera sobre la Pyme debería favorecer la consolidación de fórmulas alternativas de financiación (denominadas en su día como “banca en la sombra”) que encontraron su oportunidad de desarrollo durante la reciente crisis financiera ante las dificultades de la banca para intermediar el crédito y que han continuado creciendo en parte gracias al proceso de digitalización de la economía, ya que muchos de estos nuevos canales de financiación se apoyan en plataformas tecnológicas (como, por ejemplo, los préstamos peer to peer o las plataformas de financiación participa o crowdfunding).
Finalmente, la financiación de las Pymes también podría verse favorecida con la Circular a través de mecanismos como la titulización de activos, que conectan los mercados de capitales y la banca tradicional. Este mecanismo de financiación, que también puede ser utilizado por empresas, ha sido ampliamente empleado por las entidades financieras para dar liquidez a sus activos (normalmente préstamos hipotecarios y préstamos a Pymes). No obstante, a raíz de la crisis la titulización de activos se ha visto gravemente afectada, precisamente por problemas derivados de información asimétrica respecto a los colaterales titulizados.
Precisamente por esto uno de los objetivos de la CE, a través de su proyecto de Unión de Mercados de Capitales, promover una titulización simple, estandarizada y transparente. Las empresas se podrían beneficiar indirectamente de la titulización si las entidades lograran titulizar a buen precio préstamos concedidos a Pymes, ya que esta liquidez obtenida debería redundar en nuevos préstamos a Pymes a tipos más reducidos.
En suma, la nueva Circular de Información Financiera Pyme da respuesta a los requerimientos establecidos por la Ley de Financiación Empresarial. Esta Ley tenía como objetivo desbloquear el acceso de las empresas a la financiación bancaria en un contexto de fuerte contracción de la oferta de crédito. Consideramos que aunque esta tendencia de restricción se ha revertido de forma muy significativa a lo largo de los últimos meses gracias a la acción combinada del BCE y la mejora de la situación económica en España, la Circular sigue teniendo una importancia capital para el tejido empresarial. Y es que al margen de la evolución del crédito bancario, la Circular sienta las bases para avanzar en un aspecto crítico, como es la homogeneización de la información de las empresas de menor tamaño.
El informe propuesto por el Banco de España puede contribuir a disponer de información muy útil para agilizar la toma de decisiones de los financiadores habituales de la empresa (entidades financieras), así como impulsar vías de financiación alternativas como la titulización de derechos de cobro de estas empresas, iniciativa enmarcada en el proyecto de la Unión de Mercados de Capitales. Por último, la empresa dispondrá de una herramienta que le puede permitir desarrollar políticas de gestión prudentes encaminadas a mantener o mejorar la calificación recibida de las entidades, calificación que también supone un avance en materia de desarrollo del buró positivo en nuestro país.
Esta entrada es un resumen del artículo La ‘Circular Pyme’ como respuesta a la heterogeneidad del tejido empresarial en España, publicado en el número de septiembre de 2016 de Cuadernos de Información Económica. Puede acceder aquí al contenido completo de la revista.