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Hogares y empresas continúan saneando sus balances

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Los hogares y las empresas españolas continuaron saneando sus balances en el primer trimestre de 2016. Los hogares generaron un ahorro financiero de 9.400 millones de euros en dicho periodo, que, manteniendo el mismo patrón que se observa desde 2011, fue destinado, en parte, a adquirir activos financieros, y en parte, a reducir la deuda. Pese a dicha adquisición de activos financieros, no obstante, el valor de su cartera se redujo un 1,7% con respecto al último trimestre de 2015 debido a las caídas bursátiles sufridas en los primeros meses del año. Su deuda, por su parte, se redujo en términos nominales un 0,8%, lo que ha supuesto un descenso de la ratio de endeudamiento hasta el 104,6% de la renta disponible bruta, 1,4 puntos porcentuales menos que en el trimestre anterior.

«Al mismo tiempo que reducían la deuda total, las empresas han reducido el peso de la materializada en forma de préstamos bancarios y han aumentado el de la materializada en títulos […]. Además, la deuda ha sido sustituida por capital».

Con respecto a las sociedades no financieras, también continuaron reduciendo su deuda en el primer trimestre de este año, hasta un 102,9% del PIB, casi dos puntos porcentuales menos que en el trimestre anterior. Junto a la reducción del endeudamiento, otro rasgo interesante del comportamiento financiero de las empresas en los últimos años, que se mantuvo en el primer trimestre del actual, es la recomposición de sus pasivos, en dos sentidos. En primer lugar, al mismo tiempo que reducían la deuda total, han reducido el peso de la materializada en forma de préstamos bancarios y han aumentado el de la materializada en títulos (bonos, pagarés, etc.). Esta última representaba al final de 2011 el 1% de la deuda total, mientras en el primer trimestre de este año su peso era del 2,3%. En segundo lugar, la deuda ha sido sustituida por capital. Desde 2012, los pasivos contraídos en forma de participaciones en el capital y fondos de inversión –es decir, emisión de capital– han ascendido de media a 48.600 millones de euros anuales, frente a una media anual de 36.200 en los 12 años anteriores (desde el año 2000). Es decir, las empresas han estado corrigiendo una de sus tradiciones debilidades desde el punto de vista de su estructura financiera, que es un peso excesivo del crédito dentro de sus pasivos y un peso relativamente reducido del capital.

GRÁFICO 1

Fuente: Banco de España (Cuentas Financieras).

Así, como se puede observar en el gráfico adjunto, entre 2000 y 2007 la emisión de pasivos en forma de participaciones de capital fue decreciente al tiempo que la asunción de nueva deuda era cada vez mayor. Este comportamiento sufre un vuelco a partir de 2009, incrementándose la emisión de participaciones de capital mientras la asunción de deuda se volvía negativa –es decir, se amortizaba deuda en términos netos–, lo que supone una mejora sustancial de la solidez financiera de las empresas españolas.

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