Familias y empresas aceleran el ritmo de reducción de su deuda

Las familias y las empresas españolas han acelerado en los últimos meses el proceso de reducción del alto nivel de endeudamiento acumulado durante la etapa de crecimiento y que constituye uno de los más importantes desequilibrios generados en ese periodo. Según las cuentas financieras españolas del primer trimestre de 2013,  la deuda de los hogares españoles se redujo desde el 124% de su renta disponible, que mantenían un año antes, al 121,6%, mientras que la deuda de las empresas no financieras suponía el 126,4% del PIB, en comparación con un 137,3% de doce meses antes.

En el caso de los hogares, en el gráfico 1 se observa que desde 2009 y hasta finales de 2011 el ritmo de reducción del volumen de deuda había sido muy lento–incluso hubo algunos trimestres en los que creció. Además, la mayor parte del ahorro financiero generado por las familias se destinó a adquirir activos financieros y sólo una pequeña parte a reducir sus pasivos. Desde principios de 2012 esta situación comenzó a cambiar; los hogares redujeron el ritmo de adquisición de activos financieros e incluso vendieron parte de los que habían acumulado, de forma que, a partir de mediados de dicho año, comenzó a disminuir su volumen total. Al tiempo, aumentaron el ritmo de reducción de sus pasivos. Así, a partir del tercer trimestre de 2012, las familias han destinado íntegramente su ahorro financiero, junto a los recursos procedentes de la reducción de sus activos financieros, a la cancelación de deuda, acelerando la velocidad a la que esta está disminuyendo, incluso a pesar de que el volumen de ahorro financiero también ha caído.
Las sociedades no financieras mantienen un comportamiento reciente similar al de los hogares (gráfico 2). Tras un periodo, comprendido entre el tercer trimestre de 2010 y el cuarto de 2011, en el que las empresas destinaban su ahorro financiero a incrementar sus activos financieros, y en el que incluso aumentaron su deuda neta, a partir del inicio de 2012 comenzaron a reducir sus activos financieros y destinar estos recursos y la totalidad de su ahorro financiero a la cancelación de deuda, lo que ha dado lugar a una intensificación en el ritmo de reducción de esta.

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María Jesús Fernández Sánchez es analista de la Dirección de Coyuntura y Estadística de Funcas