La factura del agua incluye diversos conceptos, entre los que el abastecimiento supone sólo el 50% de la misma; según la normativa europea, debe incorporar todas aquellas partidas que supongan un coste para su provisión, lo que comprende, además del suministro, el saneamiento y el mantenimiento y diversos tributos; por ello, el importe de la factura viene a depender, fundamentalmente, de factores geoclimáticos y de la estructura urbana, lo que implica que haya diferencias notables en el precio entre distintas zonas de España. En general, y a pesar de la percepción de muchos usuarios, el precio del metro cúbico en España es muy inferior al de otros países mucho más húmedos que el nuestro, no sólo en términos absolutos sino también en relación a la renta disponible.
Más información en el artículo ‘El precio del agua en las ciudades: efectos del modelo de gestión’, publicado en el número 153 de Papeles de Economía Española, sobre ‘Economía de las ciudades’