Los datos más recientes muestran que el déficit público de España ha alcanzado en 2015 la cifra de 5,1% del PIB. Un tercio de este saldo negativo se debe a las CCAA, que han generado una diferencia entre sus gastos y sus ingresos de 1,7 puntos, prácticamente igual al de 2014. Desde 2012 el déficit autonómico parece haberse estabilizado entre 1,6 y el 1,9 del PIB. Esto sugiere que puede haberse agotado el margen para nuevos recortes y que ha llegado la hora de abordar una reforma en profundidad, que requerirá un cierto grado de consenso y por tanto de tiempo.