Durante los últimos años, la falta de suministro de crédito ha sido un elemento de constante preocupación y, por ende, la reactivación del mismo uno de los grandes retos a los que se enfrentan muchas economías que aún se encuentran en proceso de recuperación económica tras el reciente episodio de crisis financiera. La literatura previa ha puesto de manifiesto que el canal a través del cual las crisis bancarias afectan negativamente a la inversión y al crecimiento económico es la reducción en la cantidad de crédito disponible, tanto por causas relacionadas con la oferta, como por causas relacionadas con la demanda, que tiene lugar durante los episodios de inestabilidad en los mercados bancarios.
El trabajo realiza un análisis de la situación del crédito bancario a nivel internacional tras la crisis financiera global sobre una muestra de 128 países durante el periodo 2000-2015. La reciente crisis financiera ha supuesto la adopción de políticas de reorganización de los mercados bancarios para reducir la presencia de entidades problemáticas y garantizar la recuperación económica. Las medidas concretas de restructuración financiera han implicado la desaparición de muchas entidades mediante procesos de fusión, absorción y nacionalización. En consecuencia, nos encontramos ahora con mercados bancarios más concentrados donde operan un menor número de entidades que gozan de un mayor tamaño medio. Este nuevo mapa bancario ha supuesto la modificación de las condiciones competitivas en el sector, de manera que, en términos medios, el poder de mercado de los bancos se ha incrementado tras el estallido de la crisis. Asimismo, se han intensificado las exigencias regulatorias en cuanto al nivel de solvencia que las entidades deben mantener y las pautas que han de seguir para lograr una adecuada gestión del riesgo.
«Nos encontramos ahora con mercados bancarios más concentrados. Han cambiado las condiciones competitivas y, en términos medios, el poder de mercado de los bancos se ha incrementado tras el estallido de la crisis»
Llevando a cabo un análisis econométrico acerca del impacto de la crisis en el crecimiento del crédito, se confirma el impacto negativo que esta ha tenido en el crédito. Todos los análisis realizados ponen de manifiesto las consecuencias negativas del episodio de crisis financiera global, tanto sobre el crédito concedido al sector privado por la banca comercial como en términos de préstamos fallidos. A su vez, el incremento en el poder de mercado medio que tiene lugar tras la crisis a consecuencia de las reestructuraciones bancarias, puede, en parte, haber contribuido a paliar la caída en la provisión de crédito durante estos años. Por otra parte, un comportamiento prudente por parte de las entidades contribuye a mantener la estabilidad del sistema y que su esfuerzo por mantener un nivel de capital adecuado permite garantizar el suministro de crédito en épocas de crisis. Además, la ratio de capital bancario sobre el total de activos presenta un signo positivo y estadísticamente significativo para explicar el crecimiento del crédito concedido al sector privado, tanto en el período de precrisis, como durante los años posteriores a la misma. Los resultados obtenidos revelan, en su conjunto, la idoneidad de algunas de estas medidas relativas a la resolución y contención de riesgos adoptadas durante años recientes. Las nuevas condiciones competitivas en los mercados bancarios resultan claves para entender el proceso de recuperación de estos. El mayor poder de mercado y las mejoras en la gestión de riesgos parecen jugar un papel clave en la senda de recuperación económica.
Esta entrada es un resumen actualizado del artículo «El crédito bancario tras la crisis financiera», publicada en el número 155 de Papeles de Economía Española.