Según las cifras de Aduanas hasta mayo, el déficit comercial acumulado de mercancías se situó en 21,5 miles de millones de euros, frente a 15,1 miles en el mismo periodo del año anterior, debido fundamentalmente al empeoramiento del componente no energético. Este resultado es el peor de la serie histórica desde 2011, con la excepción del año 2022, año en el que el déficit de bienes se disparó como consecuencia de la guerra de Ucrania.
El aumento del déficit obedece a un incremento del 4,3% en las importaciones, frente a un crecimiento de las exportaciones del 0,8%. En términos reales, las importaciones registraron un avance del 9,5%, mientras que las exportaciones sufrieron una contracción del 0,2%.
Es destacable la divergencia en el comportamiento de exportaciones e importaciones desde la primavera de 2024. Las primeras se mantienen prácticamente estancadas en niveles ligeramente por debajo de los registros prepandemia, mientras que las importaciones mantienen una tendencia fuertemente ascendente y se encuentran en torno a un 12% por encima de los niveles de finales de 2019 (gráfico 1).
El crecimiento de las importaciones en lo que llevamos de año con respecto al mismo periodo de 2024 procede del empuje de las de bienes intermedios no energéticos y las de bienes de equipo –que crecen ambas en torno al 13%–, y, en menor medida, a las de bienes de consumo, que registran un avance del 6%.
También llama la atención el comportamiento de los precios de importaciones y exportaciones, medidos a través de los índices de valor unitario (IVU). Así, los precios de las importaciones registraron una caída interanual hasta mayo del 4,7% –con un descenso tanto en el componente energético como en el no energético–, en tanto que los precios de las exportaciones avanzaron un 1%, con crecimiento en el componente no energético y caída en el energético. Con ello, se prolonga el fenómeno del incremento de nuestra relación real de intercambio (precios de las exportaciones en relación a los precios de las importaciones), que se viene produciendo desde el año 2023, situándose en el nivel más elevado en lo que llevamos de siglo (gráfico 2).