El primer objetivo de este estudio ha sido investigar si existen diferencias significativas en el nivel de educación financiera de los emprendedores de tres países europeos: España, Italia y el Reino Unido. Los tres países fueron seleccionados por dos razones. La primera es que representan una combinación interesante por sus características propias dentro de Europa. Entre ellos hay suficiente variedad en términos de composición de sus economías y sistemas legales y políticos. La segunda razón es que la encuesta fue diseñada por el autor a partir de las encuestas sobre educación financiera utilizadas por la literatura anterior (mayoritariamente en inglés). El hecho de hablar con fluidez los tres idiomas y haber pasado largas estancias en los tres países y haber trabajado como docente universitario en todos ellos le permitió controlar directamente la redacción de la encuesta en los tres idiomas. Para medir el nivel de educación financiera se ha utilizado una encuesta dividida en dos partes. En la primera parte se encuentran las tres preguntas “clásicas” utilizadas en la literatura sobre educación financiera para medir el nivel de educación financiera de una persona, y que hacen referencia a los conceptos de interés compuesto, rentabilidad nominal frente rentabilidad real y diversificación del riesgo. En la segunda parte, se incluyen las cinco preguntas desarrolladas por el autor y dirigidas a medir el nivel de educación avanzada sobre finanzas y contabilidad. Mediante ellas se abordan temas como: el uso de la deuda como medio óptimo de financiación; el crecimiento como indicador del éxito de la empresa; los dos posibles métodos para contabilizar el resultado financiero (el criterio de caja o el del devengo); la consideración de la amortización al contabilizar las inversiones; y la relación que existe entre el ROE (rentabilidad sobre fondos propios), el ROA (rentabilidad sobre activos) y el nivel óptimo de deuda como medio de financiación. Se encuentra que los emprendedores del Reino Unido presentan un nivel de educación financiera básica significativamente más bajo que los emprendedores de Italia y España. Estos resultados son opuestos a los resultados del Global Report on Financial Literacy del 2015 basado sobre una muestra de la población en general. Una posible explicación de este hallazgo se puede vincular a la existencia, en el Reino Unido, de mejores oportunidades laborales por cuenta ajena para individuos con un alto nivel de educación financiera básica.
«España tiene el nivel más alto de cultura financiera avanzada, así como la proporción más alta de emprendedores en serie».
Asimismo, el trabajo pretende analizar si la educación financiera es un factor contribuyente o limitativo del éxito al emprender. Cuanto mayor es la educación financiera básica del emprendedor, mayores probabilidades tiene la empresa de sobrevivir; en cambio, la probabilidad de supervivencia de la empresa se reduce conforme aumenta la educación financiera avanzada. Este hecho puede interpretarse en clave de comportamiento respecto a la asunción de riesgos: un nivel más alto de educación financiera básica implica una mejor comprensión del principio de la diversificación del riesgo, mientras que un nivel más bajo de conocimientos financieros avanzados implica un enfoque orientado a la caja y un estilo de gestión financiera con aversión a la deuda; de ahí que la combinación de un nivel de educación financiera básica alto y conocimientos financieros avanzados bajos pueda inscribirse dentro de la categoría de enfoque de gestión “conservador”, un enfoque que tiene más probabilidades de garantizar la supervivencia de un negocio, si bien podría no ser siempre la que maximice el valor. España e Italia, dos países caracterizados por una proporción relativamente elevada de trabajadores por cuenta propia “conservadores” en términos de su actitud hacia los asuntos financieros, también tienen una mayor proporción de empresas de mayor antigüedad. Por el contrario, en el Reino Unido, un país caracterizado por una clase de emprendedores por cuenta propia “más propensos al riesgo”, las cifras muestran una menor proporción de negocios antiguos. Además, las empresas de los encuestados británicos son relativamente más pequeñas en términos de volumen de ventas y de número de empleados. Las diferencias encontradas en este estudio son coherentes con las diferencias entre las tres economías. De los tres países analizados, el Reino Unido es la economía con el mayor grado de desarrollo financiero, y la que cuenta también con la mayor proporción de personas empleadas en el sector servicios. Esta característica puede explicar el menor nivel de educación financiera de los trabajadores por cuenta propia británicos: en el Reino Unido, los individuos con una mayor cultura financiera tienen más oportunidades para acceder a trabajos bien remunerados en el sector servicios. Italia presenta el menor porcentaje de personas empleadas en el sector servicios y el mayor porcentaje de individuos que trabajan por cuenta propia. De ahí que, en este país, una proporción relativamente más alta de personas con cultura financiera tengan más probabilidades de acabar creando su propia empresa ante la falta de oportunidades más atractivas. Esto se ve reflejado en el mayor nivel de educación financiera básica que muestran los trabajadores por cuenta propia en ese país. España tiene el nivel más alto de cultura financiera avanzada (si excluimos la pregunta del ROA vs ROE), así como la proporción más alta de emprendedores en serie. De acuerdo con nuestros resultados, el efecto general de esta combinación en el éxito al emprender no está claro: por un lado, una cultura financiera avanzada tiene un efecto negativo, mientras que el hecho de ser emprendedor en serie tiene un efecto positivo. Esta ambigüedad posiblemente es congruente con el hecho de que la economía española se encuentra en plena transición desde el modelo “tradicional” representando por la economía italiana, donde el sector primario aún tiene un papel importante en la economía, y el modelo “orientado por las finanzas” de la economía británica.
Esta entrada es un resumen actualizado del artículo «Educación financiera e iniciativa empresarial: evidencia internacional», publicada en el número 261 de Cuadernos de Economía Española.