La igualdad de género como objetivo social lleva décadas en la agenda política de la mayoría de países desarrollados. Pero tal vez este año haya sido especialmente relevante para su visualización. En España, las multitudinarias concentraciones del 8 de marzo, diversas movilizaciones feministas o la formación del gobierno con más ministras del mundo han situado el feminismo y las reivindicaciones por la igualdad en primera línea del debate político.
¿Pero dónde nos encontramos realmente en este camino hacia la igualdad? Para dar respuesta a esta pregunta, hemos utilizado los dos principales índices de igualdad de género que existen a día de hoy para países desarrollados: el Índice de Igualdad de Género (IIG) de la Unión Europea, y el Global Gender Gap Report (GGGR) del Foro Económico Mundial. Los índices son una herramienta que permite comprender mejor las distintas dimensiones de la desigualdad de género y cómo interactúan entre ellas. Analizamos cuatro variables principales –educación, política, economía y salud– en los 28 miembros de la UE, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Canadá, Sudáfrica, Suiza, Australia y Estados Unidos, con especial atención al caso de España y a su ubicación en el contexto internacional. En el artículo de la revista Panorama Social también recopilamos propuestas y soluciones en términos de políticas públicas para afrontar los retos planteados en las diferentes dimensiones.
En términos de tendencias generales, Suecia lidera el IIG –así como cuatro de sus seis dimensiones–, seguido por Dinamarca y Finlandia. En el caso del GGGR, en que la muestra de países es mayor, Islandia se sitúa en primera seguido por Noruega, Finlandia y Suecia. España se sitúa en el puesto 11, algo por encima de la media de la UE en el IIG, y en el puesto 16 del GGGR. En ambos índices, el ámbito en que peor parado sale nuestro país es el de las oportunidades económicas.
«Los países con mejores resultados son también aquellos en los que están en marcha cuotas de género, mientras que el mayor progreso ocurre en aquellos donde estas cuotas llevan más tiempo siendo efectivas».
En el ámbito de la educación, la igualdad se sitúa como una realidad en términos de acceso a oportunidades educativas, así como en términos de resultados y número de titulados y tituladas entre las generaciones más jóvenes. El reto más importante en el ámbito educativo es la segregación por sectores: a nivel europeo, las mujeres representan alrededor de un 78 % de todos los estudiantes de áreas como educación, sanidad y bienestar, y hasta un 71 % de los estudiantes de humanidades. Esta tendencia, que existe incluso en aquellos países que mejor puntúan en ambos índices, tiene un impacto en el mercado laboral, y potencialmente en la brecha salarial entre hombres y mujeres. En este sentido, la promoción de sectores STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) entre niñas se sitúa como prioridad para algunos de los países que mejor puntúan en términos de igualdad total en ambos índices, como Finlandia o Dinamarca
La dimensión política es una de las que más avanza en ambos índices, si bien este progreso es lento: al ritmo actual, la brecha de representación tardaría 99 años más en cerrarse; y a día de hoy la política sigue dominada por los hombres, tanto en parlamentos como en ejecutivos. En términos de soluciones, ambos índices ponen de relevancia la importancia de las cuotas: los países con mejores resultados son también aquellos en los que están en marcha cuotas de género, mientras que el mayor progreso ocurre en aquellos donde estas cuotas llevan más tiempo siendo efectivas.
«Una de las principales causas de la brecha salarial parece estar directamente relacionada con la maternidad: tener hijos tiende a aumentar los ingresos mensuales de los hombres, pero el efecto contrario sobre las mujeres. En este sentido, existe un amplio consenso sobre la importancia de las políticas de conciliación».
Pasando al dominio de la economía, podemos distinguir entre los indicadores relacionados con el poder y aquellos relacionados con la independencia económica. En el ámbito del poder, la presencia de mujeres en puestos de toma de decisiones ha aumentado sustancialmente en la última década, algo que se ha relacionado por una parte con la presión política derivada del aumento de mujeres con poder político. También en este ámbito los países que más han avanzado son aquellos que tienen algún tipo de cuota para empresas en vigor. En lo que se refiere a la independencia económica, la brecha salarial sigue siendo el principal reto para ambos índices. Una de las principales causas de la brecha salarial parece estar directamente relacionada con la maternidad: tener hijos tiende a aumentar los ingresos mensuales de los hombres, pero el efecto contrario sobre las mujeres. En este sentido, existe un amplio consenso sobre la importancia de las políticas de conciliación que permitan a las madres continuar sus carreras laborales sin largas interrupciones; así como de aquellas que involucran a los padres en el cuidado de los hijos.
Un último ámbito, el de la salud, es la dimensión más igualitaria, tal vez porque se trata de un ámbito en el que la igualdad legal, sobre el papel, se traslada de manera más directa a la igualdad real. Sin embargo, se observa cómo factores tales como los menores recursos económicos de las mujeres impactan directamente en esta dimensión. Tanto la brecha de ingresos como el riesgo de pobreza tienen especial incidencia entre los mayores de 75 años, algo que influye directamente en sus niveles de salud. Asimismo, grupos como las madres solteras no reciben toda la atención médica necesaria, algo que puede estar ligado tanto a la falta de tiempo como a la falta de recursos económicos.
En definitiva, estas son tanto las grandes tendencias y retos en materia de igualdad como las problemáticas y causas que subyacen a ellos. Conocerlos y delimitarlos nos permite identificar las dinámicas y políticas públicas que pueden contribuir a superarlos, rompiendo así los techos de cristal que se sitúan entre la ya existente igualdad sobre el papel y la verdadera igualdad de oportunidades.
Más información en el artículo ‘¿Dónde estamos en el camino hacia la igualdad de género? Una comparativa internacional’, publicado en Panorama Social, número 27.