Cada 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una iniciativa aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas “con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas”. Sin embargo, a pesar de los avances en igualdad de género en muchas áreas, los datos recientes indican que persisten importantes brechas en el rendimiento académico y en la elección de carreras científicas y tecnológicas.
Brecha de género en matemáticas en España y la OCDE: una tendencia preocupante
Los resultados de TIMSS (Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias) revelan que, en España, la brecha de género en matemáticas en 4º de Primaria (9-10 años) no solo persiste, sino que se ha ampliado en la última década y ha pasado de 11 puntos en 2011 a los 18 en 2023. Es decir, en poco más de una década, la brecha de género en matemáticas ha aumentado un 63%, lo que indica que las desigualdades en el aprendizaje de esta disciplina siguen en ascenso.
El panorama en los países de la OCDE no es mucho mejor. En 2011, la diferencia en rendimiento matemático entre chicos y chicas era de 6 puntos; en 2023 alcanzó los 16 puntos. Los datos reflejan un fenómeno preocupante: en un período en el que se han implementado diversas estrategias para reducir la desigualdad de género en educación, la brecha en matemáticas prácticamente se ha triplicado en los países desarrollados.
Ciencias: un panorama más equitativo
A diferencia de lo que sucede en matemáticas, el rendimiento en ciencias presenta una tendencia más estable y equitativa. En España, la brecha de género en ciencias en 2011 era de 10 puntos a favor de los chicos, pero en 2019 y 2023, la diferencia desapareció y dejó de ser estadísticamente significativa. En la OCDE, la brecha de género en ciencias nunca ha sido sustantiva: en 2011, la diferencia era de 5 puntos, en 2015 se redujo a 2 puntos, y en 2023, se ha estabilizado en torno a 4 puntos.
¿Por qué siguen siendo pocas las mujeres en STEM?
A pesar de los esfuerzos por fomentar la igualdad de oportunidades en la educación, el número de mujeres en carreras STEM sigue siendo bajo en la OCDE. En promedio, solo el 15% de las mujeres que ingresan en la universidad optan por estudiar una carrera de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas, en comparación con el 41% de los hombres. En España, la proporción de mujeres en STEM se ha mantenido estancada en el 13% entre 2015 y 2022, sin señales de mejora significativa, mientras que entre los hombres esta proporción es del 40% (gráfico 2).
Estrategias para reducir la brecha de género en STEM
Para revertir esta situación, varios países han implementado iniciativas dirigidas a fomentar el acceso de las mujeres a carreras STEM:
- España: STEAM Alliance for Female Talent, Girls Rising in Science es una iniciativa que busca incentivar las vocaciones científicas y tecnológicas entre niñas y mujeres jóvenes. Más de 150 empresas y organizaciones han suscrito esta alianza.
- Irlanda: El STEM Passport for Inclusion conecta a estudiantes con profesionales del sector y ofrece programas de mentoría específicos para mujeres.
- Alemania: La alianza Women in MINT Professions lanzó en 2023 el programa de prácticas #empowerGirl, diseñado para jóvenes interesadas en carreras STEM.
- Luxemburgo: El proyecto Fairness in Teaching (FIT) capacita a docentes para reducir sesgos de género en la enseñanza.
- Bélgica: La Comunidad Flamenca tiene como objetivo aumentar la matrícula en STEM de todos los estudiantes para 2030 y mejorar la competencia en ciencias y tecnología en la sociedad en general.
¿Qué más se puede hacer?
Para reducir la brecha de género en STEM, es necesario actuar en diferentes frentes:
- Romper estereotipos de género: Varios estudios han demostrado que los sesgos de género de los docentes pueden afectar el desempeño y las decisiones educativas de las niñas. La formación del profesorado en enfoques libres de prejuicios es clave.
- Fomentar modelos de referencia femeninos: La exposición de niñas y jóvenes a mujeres referentes en STEM tiene un impacto positivo en sus decisiones académicas y profesionales.
- Impulsar programas de mentoría y becas: El acceso a redes de apoyo, experiencias prácticas y oportunidades de aprendizaje puede ayudar a que más mujeres se interesen en las carreras STEM.
- Combatir la brecha en matemáticas desde edades tempranas: La evidencia indica que la brecha de género en matemáticas comienza a manifestarse desde la infancia. Intervenciones tempranas pueden marcar la diferencia.
Conclusión
El incremento de la brecha de género en matemáticas en España y la OCDE es una señal de alerta. Aunque en ciencias se han logrado avances, es fundamental reforzar las políticas educativas para fomentar la participación de las niñas y mujeres en STEM.
Las iniciativas existentes han demostrado que es posible reducir las desigualdades, pero aún queda un largo camino por recorrer. La educación STEM no solo es clave para la innovación y el desarrollo económico, sino que también es fundamental para construir una sociedad más equitativa.