La economía de la Justicia proporciona un marco analítico para el estudio de los problemas del sistema judicial, el diseño y evaluación de las políticas judiciales, y el análisis de las consecuencias de un mal desempeño judicial. Bajo este enfoque, las relaciones sociales comprendidas en el sistema judicial son consideradas como un intercambio entre oferentes y demandantes de un “bien” concreto: la tutela judicial de los derechos. Existe, por lo tanto, una demanda y una oferta de tutela judicial. La interacción entre la demanda y oferta de tutela judicial determinan en buena medida los problemas de la Administración de Justicia. Estudiar los problemas de la Administración de Justicia utilizando el marco conceptual y metodológico de la Ciencia Económica proporciona una herramienta de gran utilidad a la hora de diseñar políticas que busquen mejorar el desempeño judicial, siendo cada vez mayor el número de estudios, tanto en el ámbito profesional como en el académico, que analizan los problemas de la Justicia bajo el prisma de la Economía.
«La rigidez organizacional de los juzgados españoles no permite mucho margen de maniobra ante incrementos inesperados de los asuntos ingresados al sistema judicial».
Al llevarse a cabo un análisis descriptivo de las fluctuaciones de la demanda y la oferta de Justicia en la Jurisdicción Civil de Primera Instancia y Primera Instancia e Instrucción en España, durante los años 2004 a 2014, se comprueba que en la última década los asuntos ingresados han aumentado un 74,2%, mientras que los asuntos resueltos crecieron un 95,4%. Sin embargo, la tasa de congestión en el año 2014 era del 153% y los procesos duraban 202,6 días en promedio, al tiempo que se apelaban un 19,2% del total de sentencias y autos dictados en Primera Instancia. Estudios previos sugieren que el aumento de la litigiosidad se debe, entre otras variables, a la entrada en vigor de la Ley de Enjuiciamiento Civil del 2001, a la recesión económica y al número de abogados. La oferta de justicia se encuentra altamente correlacionada a su demanda, y también depende de la dotación de factores y medios, de la eficiencia en la asignación de los recursos, y del desempeño de los juzgados.
Sistema aún congestionado
En el caso que nos ocupa, a pesar de que la oferta de justicia ha aumentado en los últimos años, el sistema aún se encuentra congestionado. De acuerdo a los datos presentados en este estudio, se puede decir que la demanda de Justicia ha aumentado de forma espectacular, sobre todo en los años de recesión económica. La rigidez organizacional de los juzgados españoles no permite mucho margen de maniobra ante incrementos inesperados de los asuntos ingresados al sistema judicial. Por lo tanto, la principal implicación de política pública de este trabajo es resaltar la necesidad de una mayor flexibilidad de la organización judicial, de manera que, en períodos de crisis económica, cuando se espera una mayor demanda de justicia, debido al impago de deudas, se pueda incorporar personal de apoyo en los juzgados (incluyendo jueces y otro personal no juzgador) para poder gestionar de una manera más eficaz el aumento repentino de la carga de trabajo en los juzgados.
Esta entrada es un resumen del artículo Demanda y oferta de justicia civil en España, publicado en el número 151 de Papeles de Economía Española. Puede acceder aquí al sumario y la descarga de la revista.