De nuevo, los datos de afiliados a la Seguridad Social y parados registrados en las oficinas públicas de empleo sorprendieron positivamente en diciembre, aunque con matices. En Funcas esperábamos un aumento mensual de 23.000 afiliados y el dato publicado recoge 64.097 más. Ahora bien, casi toda la desviación se explica por el aumento, bastante superior al previsto y al que se produjo en el mismo mes del año anterior, de 49.230 afiliados en la agricultura, que está relacionado con la extraordinaria campaña de recogida de la oliva. También se produjo un aumento, aunque menor que en los meses anteriores, de los afiliados en los sectores de servicios predominantemente de no mercado (administración pública y defensa, educación y servicios sanitarios y sociales). Si prescindimos de estos colectivos, los afiliados en el sector privado no agrario (que sería el mejor indicador para seguir el pulso del mercado laboral) disminuyeron en 12 personas, cifra que sigue siendo mucho mejor que la del año anterior (-49.082). En términos desestacionalizados, este último colectivo perdió 4.200 afiliados, rompiendo la racha de aumentos en los dos meses precedentes.
Analizando el cuarto trimestre del año en su conjunto, los resultados pueden calificarse de positivos. En cifras desestacionalizadas, que recogen la tendencia a corto plazo, los afiliados totales aumentaron sobre el trimestre precedente por primera vez desde el primer trimestre de 2008, concretamente un 1,3% en tasa anualizada (gráfico 1). También los afiliados en el sector privado no agrario muestran una tasa positiva, aunque menor que el total, un 0,7%. Ambas cifras apoyan la visión que se extrae de otros indicadores de que el PIB habría vuelto a aumentar en el cuarto trimestre del año, y a un ritmo superior al del tercero.
A lo largo de 2013 prosiguió el ajuste de plantillas en las empresas, aunque a un ritmo decreciente. Así, la pérdida de afiliados, excluidos los cuidadores sociales no profesionales, entre diciembre de 2012 y diciembre de 2013 fue de 85.400 (-0,5%), frente a 757.900 (-4,5%) un año antes. Incluso en los servicios se produjo un aumento de 63.400 afiliados, si bien, el mismo se debe en su casi totalidad a los servicios de no mercado.
Para el mes de enero de 2014 los modelos predicen un ligero aumento en cifras desestacionalizadas, pero un fuerte descenso de 210.000 afiliados en cifras originales, ya que este mes es el peor del año desde el punto de vista estacional. No obstante, esta última cifra sería menor al descenso medio en este mes de 275.000 en los cinco años anteriores.
Por lo que respecta al paro registrado, su descenso de 107.500 personas también superó las previsiones (-76.000). Este mes es estacionalmente favorable debido a la campaña navideña, pero incluso en cifras desestacionalizadas se obtiene un descenso de 33.000. En estos términos el paro registrado empezó a descender ya en marzo de 2013 (gráfico 2), a pesar de que entonces aún no se estaba creando empleo. A lo largo de 2013 el paro registrado ha disminuido en 147.000 personas (-3%), frente a un aumento de 426.000 (9,6%) en el año anterior. Ello se explicaría por dos razones fundamentalmente. La primera, la disminución de la oferta de trabajo (población activa) como consecuencia de la emigración y del descenso de la tasa de actividad entre los jóvenes. La segunda, el hecho de que la poca eficacia de los servicios de empleo públicos desincentiva cada vez a más personas a inscribirse en los registros como buscadores de empleo. De hecho, la brecha entre el paro registrado y el paro estimado por la EPA se ha ido agrandando hasta 1.200.000 personas en el tercer trimestre del pasado año, cuando ambas cifras prácticamente coincidían diez años atrás.
La estacionalidad favorable de diciembre cambia de signo notablemente en enero, por lo cual la previsión para este mes es de un aumento de unos 95.000 parados, cifra que aun siendo abultada, es bastante inferior al aumento de 153.000 de media en este mes en los cinco años anteriores.
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Ángel Laborda es director de Coyuntura y Estadística de Funcas
