En el sector financiero es clave la compresión del comportamiento del consumidor. Habitualmente, se suele pensar en el big data como fuente para la captura de información útil para la toma de decisiones en este ámbito. Pero más allá de los datos almacenados en grandes servidores y su análisis, hay un campo que apenas ha comenzado a explorarse y que es el de los indicadores biométricos y la información genética, que puede proporcionar información muy relevante sobre conductas o patrones de actuación del usuario de productos y servicios financieros. Un ejemplo es el trabajo citado en este video.