La crisis económica ha sido solo uno de los factores que ha afectado la viabilidad de los medios de comunicación y muy especialmente de la prensa escrita. La importante caída de los ingresos por publicidad derivada de la recesión se ha combinado con la mayor competencia que los periódicos han experimentado por parte no solo de otros medios tradicionales como la radio o la televisión sino sobre todo de Internet.Por un lado, la navegación web ha detraído parte del tiempo que antes se destinaba a informarse a través del periódico. Además, los periódicos online y las redes sociales han proporcionado contenidos que hasta ahora solo aportaban los periódicos en papel. La importante diferencia, por supuesto, son los menores costes que soportan y el hecho de que muchos de ellos proporcionan sus contenidos de manera gratuita, algo contrario al modelo de negocio de muchos de los periódicos en papel.
La última amenaza sobre la rentabilidad de los periódicos en papel ha sido la creciente popularidad de los agregadores de noticias. Estos agregadores son páginas web que seleccionan noticias de los periódicos y muestran parte de sus contenidos. Algunos agregadores como Menéame obtienen sus contenidos de los lectores que los publican y que aparecen en el ranking en función de la popularidad que alcancen entre sus lectores. En otros casos, como el de Google News, probablemente el ejemplo más famoso, es un algoritmo el que escoge para cada tema las noticias y los medios de comunicación más influyentes y los ordena automáticamente.
Los periódicos han argumentado en muchos países, como Alemania, Francia o España que estos agregadores, al proporcionar pequeños fragmentos de sus noticias (en inglés, snippets), estaban aprovechándose de la inversión de estos medios en crear contenidos para su propio beneficio sin pagar nada a cambio. Los agregadores, sin embargo, utilizan el ejemplo del taxi. Argumentan que igual que un taxi no paga por llevar a los visitantes a las atracciones turísticas, los agregadores tampoco deberían pagar por orientar a los lectores sobre qué noticias les podría interesar leer.
Estas discrepancias se han resuelto de maneras distintas en diferentes países. En algunos como Alemania o Francia los periódicos han renunciado a solicitar un pago por la información que los agregadores proporcionaban. A cambio, los agregadores, o más exactamente, Google ha accedido a crear fondos para la modernización de los periódicos, con el objetivo de que inviertan en mejorar su presencia online y sus contenidos.
En España, sin embargo, se optó por legislar los pagos de los agregadores a los periódicos. Así, en la Ley de la Propiedad Intelectual de 2014 se incluía un canon que los agregadores debían pagar a los periódicos por sus contenidos. Este canon tiene características controvertidas, como mínimo, desde el punto de vista de la competencia. Así, este canon se regulaba como un derecho irrenunciable. Esto significa que los periódicos no podían negociarlo a la baja a cambio de tener una mayor presencia en el agregador. Además, este canon será recaudado por el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) aunque seis meses después de la aprobación de la ley no existe información sobre cuál será el importe ni como se repartirá entre sus asociados.
Inmediatamente después de la aprobación de la Ley de Propiedad Intelectual, Google, la empresa probablemente más afectada por la aprobación del canon, de ahí que se lo conozca popularmente como la tasa Google, anunciaba que su servicio Google News dejaría de estar disponible en España.
“Los trabajos existentes hasta la fecha han mostrado que el efecto expansión de mercado domina (…). Los datos de Google News para el caso francés, muestran que los agregadores aumentan especialmente las visitas de los periódicos locales que de otra manera solo tendrían una difusión regional. En España la salida de Google News podría haber disminuido las visitas de los periódicos en cerca del 10 por 100”.
¿Pero cuál es realmente el efecto de los agregadores de noticias? La literatura académica sobre el tema ha enfatizado que existen dos efectos de los agregadores sobre las visitas a los periódicos. Por un lado, está el efecto robo de negocio, enfatizado por los medios tradicionales. Al proporcionar extractos de las noticias, muchos potenciales lectores dejan de visitar la página web del periódico. Por otro, existe un efecto expansión de mercado, dado que lectores que de otra manera no conocerían el periódico lo visitan después de que sus noticias aparezcan en el agregador. Cuál de los dos efectos es más importante es algo que solo se puede responder desde el punto de vista empírico. Y en ese sentido, los trabajos existentes hasta la fecha han mostrado que el efecto expansión de mercado domina. Así, sabemos que en Estados Unidos cuando entre diciembre de 2009 y enero de 2010 los medios relacionados con Associated Press dejaron de ser indexados por Google News sus visitas se redujeron en cerca de un 20 por 100. De la misma manera los datos de Google News para el caso francés, muestran que los agregadores aumentan especialmente las visitas de los periódicos locales que de otra manera solo tendrían una difusión regional. En España la salida de Google News podría haber disminuido las visitas de los periódicos en cerca del 10 por 100.
La literatura teórica muestra además otros efectos de los agregadores. Proporcionan más incentivos a los periódicos a invertir en mejor calidad, al ser esa variable la que les coloca más arriba en el ranking. También proporcionan incentivos para que los periódicos intenten especializarse y diferenciar sus contenidos, relajando así la competencia entre ellos.
Así, aunque la literatura sobre los agregadores es incipiente, todo parece indicar que no son el origen de los problemas de los periódicos pero sí pueden ser útiles para su supervivencia al aumentar su visibilidad y probablemente el retorno que puedan recibir de su inversión en buenos contenidos.
Esta entrada es una versión reducida y editada del artículo “Los agregadores de noticias y la prensa escrita en la era de Internet”, publicado en el número 145 de PAPELES DE ECONOMÍA ESPAÑOLA.