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A mujeres y hombres no les interesa lo mismo la ciencia (y la tecnología), pero casi

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La participación de la mujer en actividades científicas es un tema de creciente interés en el análisis de las desigualdades de género. Aunque su incorporación a profesiones y titulaciones académicas relacionadas con la ciencia y la tecnología ha aumentado en las últimas décadas, no pocos participantes en la discusión pública siguen considerando insuficiente el avance. En todo caso, las trayectorias profesionales o académicas ligadas a la ciencia constituyen solo uno de los aspectos relevantes del papel de la ciencia en nuestras vidas. Su creciente relevancia en el desarrollo económico y social requiere de una masa crítica de ciudadanos que se interese por los avances científicos y tecnológicos, los entienda y los aprecie. Esa comprensión es fundamental para participar de manera informada en el debate público sobre el cambio científico y tecnológico, su aportación a la sociedad y los dilemas éticos a él asociados. 

Según datos del CIS de septiembre de 2024, el interés que hombres y mujeres declaran por la ciencia es muy similar, aunque todavía es un poco más alto entre los primeros: el  83% de los hombres y el 74% de las mujeres afirman tener mucho o bastante interés en la ciencia (gráfico 1). Curiosamente, la diferencia es más señalada entre los más jóvenes, debido a un nivel de interés especialmente bajo de las mujeres de 18 a 24 años (del 60% frente al 85% de sus coetáneos varones). Estas diferencias son muy pequeñas si las comparamos con las que se observaban hace cuarenta años (octubre de 1984) con otra encuesta del CIS [1]: los muy o bastante interesados en la ciencia y la tecnología eran el 48% de los varones, pero solo el 30% de las mujeres. Es decir, la evidencia sugiere que en los dos grupos ha aumentado el interés por la ciencia, pero lo habría hecho más en las mujeres. 


La Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología de la Fecyt permite comprobar si ese interés ha seguido creciendo en los últimos veinte años. Da la impresión de que así fue entre 2004 y 2012, manteniéndose estable hasta 2020 y creciendo de nuevo en 2022 (gráfico 2)[2]. Lo llamativo es que la media de interés de hombres y mujeres se ha mantenido también estable a lo largo de esas dos décadas, lo que sugiere que el acercamiento en los niveles de interés tuvo lugar con anterioridad. En cualquier caso, de estos datos también se desprende que el interés medio en la ciencia (y la tecnología) es similar en ambos sexos, con una media de 3,5 en una escala del 1 (ningún interés) al 5 (mucho interés) para los varones en 2022, y una media de 3,2 para las mujeres. 


De hecho, si medimos el interés a partir de la realización de actividades relacionadas con la ciencia, las diferencias también son menores, pues en 2022 porcentajes muy parecidos de cada sexo habrían visitado museos de ciencia y tecnología, asistido a actividades de divulgación científica, hablado de ciencia con amigos o familiares, visto o escuchado programas científicos en televisión o radio, leído divulgación científica e, incluso, colaborado voluntariamente en proyectos científicos (gráfico 3). 


La corta distancia en el interés medio de hombres y mujeres en la ciencia y la tecnología era evidente, también, con los datos del Eurobarómetro más reciente dedicado a esa temática, con trabajo de campo en mayo de 2021. En este caso, probablemente a consecuencia de la redacción de la pregunta y del número de opciones de respuestas, la distancia entre ambos es aún menor: están muy interesados en nuevos descubrimientos científicos y avances tecnológicos el 42% de los varones y el 40% de las mujeres. Esta representa la menor diferencia en el conjunto de los países de la UE27, entre los que, por otra parte, el nivel de interés español ocupa el undécimo lugar. 


En definitiva, en las últimas cuatro décadas se ha avanzado sustancialmente hacia una mayor convergencia en el interés por la ciencia de hombres y mujeres. Se trata este de un progreso positivo para la ciudadanía y la calidad del debate público, aunque aún quede camino por recorrer en cuanto a la presencia de la mujer en la formación y las ocupaciones relacionadas con la ciencia y la tecnología. Los datos europeos sugieren que la convergencia española en términos de interés es muy alta en términos comparativos, al tiempo que revelan que el interés medio por la ciencia podría ser mayor en España. El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra mañana, 11 de febrero, constituye una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de fomentar un interés más amplio y profundo por la ciencia en la sociedad en su conjunto que, además y más allá de contribuir al desarrollo profesional y personal de las mujeres, garantice que toda la ciudadanía pueda participar de manera informada y crítica en la discusión sobre el progreso científico.


[1] Estudio 1436, con trabajo de campo en octubre de 1984. 

[2] Habrá que esperar a la encuesta de 2024 para comprobar si ese aumento es el inicio de una nueva tendencia o, más bien, un cambio debido a una ruptura de serie que no hemos podido identificar. 

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