El BCE ha anunciado recientemente una reducción en su programa de compra de deuda pública, lo que marca un punto de inflexión en sus decisiones sobre política monetaria. Aún tratándose de un cambio reseñable, la decisión del organismo resulta más suave y modesta que las tomadas por la Reserva Federal de EEUU. Cabe esperar que estas medidas tengan un futuro impacto sobre la economía española, más profundo sobre la deuda pública que sobre un sector privado que ha hecho un importante esfuerzo para reducir su deuda.