Los datos de coyuntura apuntan a un crecimiento superior al de la media de la UE y la zona euro, pero con indicaciones que de que se está ralentizando. A principios de este mes de noviembre la Comisión Europea rebajaba dos décimas la previsión de crecimiento para 2017, hasta el 2,3%. Más allá de la coyuntura, la economía española tiene tres problemas básicos, que ya nos remiten a algunas tareas pendientes para el nuevo gobierno. El principal problema es normalizar el mercado laboral; las reformas anteriores no han conseguido revertir la dualidad ni la precariedad en el mismo. En segundo lugar, la cuestión fiscal va ganando importancia. Según las últimas previsiones de la Comisión Europea, España será el único país con un déficit superior al 3% del PIB en 2017; por tanto, se deberán tomar medidas que se han venido postergando. Finalmente, el tercer problema es en una combinación de los dos anteriores: la desigualdad va creciendo en España, tanto entre ciudadanos como entre CCAA.