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Se mantiene la tendencia al alza del empleo

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Todas las primeras semanas de mes los datos de coyuntura más esperados y comentados en España suelen ser los del paro registrado en las oficinas públicas de empleo, si bien los profesionales nos fijamos más en los de las afiliaciones a la Seguridad Social, como más indicativos del mercado laboral. Estos últimos son los que nos dicen cómo evoluciona el empleo y, además, son de mayor calidad estadística que los del paro registrado.

Desde hace tiempo estamos observando que el paro desciende de forma significativa, pero ello se debe en gran medida a que la población activa se está reduciendo, como consecuencia de que muchas personas en edad de trabajar abandonan España, como nos decían las estimaciones de población a 1 de enero de este año publicadas por el INE hace unos días. No se debe caer, por tanto, en el error (muchas veces voluntario, porque conviene) de creer que todos los que dejan de estar parados es porque han encontrado empleo. Unos lo habrán encontrado, pero otros han podido abandonar el país o pasar a la situación de inactividad (personas que no trabajan ni buscan empleo). Otro error es valorar los datos sin tener en cuenta la estacionalidad o los distintos días laborables que hay en cada mes. Por ejemplo, en junio el número de parados registrados descendió en 122.700, la cifra más alta de lo que va de año, pero en términos desestacionalizados el descenso fue de unos 16.000, según el ministerio de Economía, notablemente menor que el que se produjo de media en los diez meses anteriores. El dato desestacionalizado, que es el que marca la tendencia a corto plazo, nos dice que junio volvió a ser un buen mes para el paro, pero en menor medida que en los meses anteriores.

Junto a los parados registrados, el Ministerio de Empleo también da datos del gasto en prestaciones de desempleo con un mes de retraso. Como se ve en el gráfico superior derecho, los beneficiarios de estas prestaciones descienden a mayor ritmo que los parados desde 2010, por lo que la tasa de cobertura no cesa de bajar. En mayo se situó en el 57,7%, probablemente un mínimo histórico. En lo que va de año los beneficiarios han descendido un 10,3% respecto al mismo periodo del año anterior. Más aún, el gasto medio por beneficiario también baja un 7,5% en este periodo, con lo que el gasto total desciende un 17% (2.200 millones de euros). Este descenso es mayor que el previsto y, junto a los menores gastos en intereses de la deuda pública debido a la caída de los tipos de interés, va a permitir cerrar el año con un déficit público inferior al objetivo inicial del 5,8% del PIB. Ambos ahorros en el gasto también son los factores principales que han permitido al Gobierno anunciar una rebaja fiscal en el IRPF sin que el coste de esta en términos de recaudación perjudique excesivamente la consecución de los déficits programados para los próximos años.

I140706_blog_01I140706_blog_02(1)  Sin empleados del hogar y cuidadores no profesionales.
Fuentes: M. de Empleo, INE y Funcas.  Gráficos elaborados por A. Laborda.

            Para ver cómo va el empleo, hay que fijarse en las afiliaciones a la Seguridad Social (y cada trimestre, en la EPA). Al analizar estas cifras observamos algo parecido a lo comentado para las cifras del paro. El dato original, o bruto, dio un aumento de 56.600. Pero en cifras desestacionalizadas por la propia Seguridad Social dicho aumento se quedó en unas 9.000, muy por debajo de la media de 41.000 de los cinco primero meses del año. El dato de junio último se quedó también por debajo de las previsiones. Ahora bien, hay un efecto puntual que explica esta baja cifra, la pérdida superior a la prevista de casi 30.000 afiliaciones en el sector agrícola, cuyo comportamiento es bastante volátil. Si lo excluimos, las afiliaciones del resto de sectores se atuvieron a lo previsto y su ritmo de crecimiento sigue ganando intensidad. En el conjunto del segundo trimestre, las afiliaciones totales medias aumentaron un 3,1% en tasa anualizada sobre el primer trimestre, siete décimas más de lo que lo hicieron en ese trimestre respecto al anterior. A la espera de que la EPA confirme esta tendencia, el indicador de perceptores de rendimientos del trabajo que publica la Agencia Tributaria a partir de las declaraciones de las grandes empresas muestra lo mismo [gráfico inferior derecho]. La media de los tres últimos meses que terminan en mayo aumenta a un ritmo anualizado del 2,7% sobre los tres meses anteriores, tasa que se ha ido acelerando desde que empezó a ser positiva en el cuarto trimestre del pasado año. Este es un indicador más de que en el segundo trimestre el PIB ha acelerado su crecimiento respecto al primero.

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Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

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